Palabras al viento

No siempre tengo tiempo para leer la revista Ñ, que compro con religiosa puntualidad todos los sábados. En estos días leí el número del 15 de mayo y me encontré con una nota que desde su título revela la agónica situación de la narrativa nacional: "Qué escriben los jóvenes".

Mediante este artículo Elsa Drucaroff intenta informar sobre la producción de los escritores argentinos de menos de 40 años.

No es necesario leer la nota para enterarse de que la nueva literatura argentina en realidad es un gran signo de pregunta. Es obvio que si para enterarnos de que un tipo es un talentoso escritor tenemos que leer su nombre en un artículo periodístico, es porque no lo hemos leído.

En realidad en este país parece haber más escritores que lectores. De allí que ha prendido tanto este fenómeno de los weblogs. Somos más los que escribimos que los que leen y nuestras palabras van a parar al limbo.