Dicen que el padre de Stephen King salió un día a comprar cigarrillos y no volvió nunca más.
Podría decirse que esa es una pequeña historia, para cualquiera, menos para Stephen King. Un hecho insignificante en sí mismo, pero de gran riqueza como desencadenante de otros sucesos.
Una vez escribí un cuento sobre un tipo que salió a comprar cigarrillos. En ese caso la historia estaba contada desde el punto de vista de la mujer que lo esperaba.
Hay una película italiana en la que un tipo va con su mujer en un auto y de pronto se encuentra atascados en un embotellamiento de tránsito.
El personaje, interpretado por Vittorio Gassman, se baja del auto y le dice a su mujer que va a comprar cigarrillos y no vuelve. Se va a vivir a una montaña como un ermitaño.
Decir: "Voy al quiosco a comprar cigarrillos, ahora vuelvo", y no regresar, es una fantasía de muchos, que algunos han hecho realidad y que otros han utilizado como detonantes de la ficción.
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