Una de las casas más viejas de Quequén ha sido derribada. Tenía más de cien años y fue testigo del crecimiento del pueblo. Ubicada en lo alto de la Loma de Gil, en la esquina de Belgrano y Del Valle, hoy 560 y 521, fue alguna vez un importante almacén de ramos generales. Hasta hace unos años, se podía ver sobre la puerta de la esquina una chapa que daba crédito de su pasado comercial.

Sirvió durante las últimas décadas de refugio a familias sin techo. Ahora, se decidió tirarla abajo. Al caer sus paredes de ladrillos asentados en barro, desaparece un pedazo de la historia de Quequén.

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