La noche rara, viciada de sueños, deformada por el humo de tantos cigarrillos fumados en el salón de espera. Me voy y no sé a donde, quién me espera o qué. Me pasa como a ellos, los otros que esperan, tantos y tan solos como si no hubiera nadie. Ya estamos en camino, pero aún aquí.
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