La ficción ha superado largamente a la realidad. Con el estreno de la película "La Guerra de los Mundos", de Steven Spielberg, y tras el furor generado por el último episodio de la saga de "Star Wars", las pantallas de cine y televisión fueron invadidas en los últimos meses por extraterrestres de los más diversos colores y formas. Paradógicamente, los OVNIS parecen haber desaparecido de los cielos.
Desde los últimos avistamientos en Necochea, en 2000, y la aparición de animales mutilados hace unos años, los extraterrestres han pasado a un segundo plano, superados por seres de otro planeta animados digitalmente y presentes hasta en una serie de televisión argentina: "Una familia especial".
Los OVNIS parecen haber caído en el descrédito o, peor aún, en el olvido. Aunque no siempre fue así...

Historias e histerias
"Una ola de histeria masiva sacudió a miles de personas que escucharon anoche la radio entre las 8.15 y las 9.30 cuando una dramatización de la fantasía de H.G. Wells 'La guerra de los mundos' llevó a miles de ellos a creer que un conflicto interplanetario había comenzado con una invasión marciana que había propagado muerte y destrucción en Nueva Jersey y Nueva York".
De esa forma comenzaba el artículo que el diario The New York Times publicó el 31 de octubre de 1938, luego de algunos oyentes de radio desprevenidos escucharan el radioteatro de Orson Welles y creyeran que estaban oyendo, en vivo, una invasión extraterrestre.
Aquel fue el primero de una serie de incidentes que alimentaron, junto a la literatura, el cine y la televisión, la creencia de la gente en los seres extraterrestres.
Desde entonces, casi toda persona que avistó un Objeto Volador No Identificado (OVNI), lo relacionó de alguna manera con los extraterrestres y la sigla pasó a transformarse en sinónimo de nave de otro planeta.
Eso pese a que una gran parte de los avistamientos, podrían ser atribuidos a acontecimientos atmosféricos, pájaros, aeronaves, estrellas, cometas, planetas, resplandores o estrellas fugaces.
Otro porcentaje de los reportes correspondería a equivocaciones, narraciones confusas e imprecisas, fraudes y engaños bien urdidos o fantasías alucinantes por parte de los testigos. El resto, quedaría clasificado bajo la denominación de "sin explicación", al menos bajo el punto de vista lógico, tecnológico o psicológico nuestro.
También fenómenos naturales aun desconocidos o tecnologías secretas de las superpotencias terrestres.

Nace la ufología
La denominada "ufología" nació el 24 de junio de 1947, día en que el piloto civil Kenneth Arnold vio nueve objetos misteriosos volando sobre el monte Rainer, en el estado de Washington, Estados Unidos.
Si bien en la actualidad, incluso muchos estudiosos del fenómeno OVNI creen que lo que en realidad vio Arnold fueron sofisticados aviones desarrollados en secreto por el gobierno de Estados Unidos, a partir de sus declaraciones a los medios de comunicación, aquel incidente quedó establecido como el primer avistamiento de naves extraterrestres.
Pocos días después, cuando el 8 de julio de 1947 el subteniente Walter Haut redactó por orden de la base aérea de Roswell, unidad que albergaba los únicos bombarderos nucleares de los Estados Unidos, la increíble nota informativa que señalaba: "Las Fuerzas Aéreas capturaron un Platillo Volante en un Rancho de Roswell", seguramente jamás imaginó la magnitud del alboroto que tal noticia, rápidamente difundida por los medios, iba a generar.
Se desató entonces, la creencia de que los ovnis eran naves extraterrestres y el número de avistamientos registrados creció en forma exponencial. En nuestra ciudad, el primero y más documentado, ocurrió 20 años más tarde.

Grandes bolas de fuego
Cuatro personas que transitaban en auto, a la 1.05 del 11 de julio de 1968, por la avenida 2, observaron asombrados la presencia de un objeto volador sobre el mar, a unos 800 metros de distancia.
Un barco mercante avistó el mismo objeto, que se encontraba detenido a unos 100 metros de altura, tenía forma ovoidal y era extremadamente luminoso.
A la mañana siguiente, en la Prefectura de Puerto Quequén se ofrecía una conferencia de prensa, a cargo del Capitán del buque de matrícula nacional "Río Grande", Jorge Alberto Bóveda de 24 años. Lo acompañaban el radiotelegrafista Manuel Jorge Fotini y el timonel de guardia Manuel Silva do Santos.
Confesaron haber tenido temor ante el OVNI y que éste no emitía ruido alguno, al menos mientras estuvo sobre el barco, durante 60 segundos..
Las agencias periodísticas dieron trascendencia nacional al suceso informando que un barco mercante argentino en espera de entrar a Puerto Quequén y a menos de 1 kilómetro de la escollera había avistado un OVNI a 174 grados, entre 3 y 5 grados en la ciudad de Necochea.
El capitán Bóveda informó que "no se registraron alteraciones ni perturbaciones eléctricas ni magnéticas mientras duró la presencia del objeto cerca del barco".
Un día antes, unos vecinos de Quequén habían visto otro OVNI a unos 400 metros de altura, sobre las instalaciones que en ese momento poseía la firma Sur Lac en el kilómetro 10 de la ruta 227.

Objetos no identificados
Recién 20 años más tarde volverían a documentarse en nuestra distrito apariciones de OVNIS. El 31 de agosto de 1978 en La Dulce, 8 de septiembre y el 14 de octubre de ese mismo año en nuestra ciudad. Y, diez años más tarde, el 4 de febrero de 1988.
Tal vez el mejor documentado de todos fue el ocurrido el 21 de enero de 2001, cuando se tomaban imágenes en video a una pareja de recién casados en la playa ubicada frente al Complejo Casino.
Alrededor de las 2 de la madrugada, la pareja y varios invitados bajaron a la playa del balneario del Automóvil Club Argentino a fin de grabar algunas imágenes en video.
Algunos invitados observan, en dirección Este-Sur, un objeto luminoso, de color blanco azulado, que vuela sobre el horizonte. El camarógrafo que acompañaba a la pareja toma imágenes del OVNI, que se destaca plenamente en la oscuridad de la costa volando a poca velocidad y a gran distancia en dirección Sur para luego desaparecer entre las nubes.
Un mes antes, los tripulantes de siete embarcaciones pesqueras que se encuentran frente a nuestra ciudad, observan una luz blanca que se acerca.
Son las 2.30 o 3 de la madrugada. Piensan todos en un helicóptero pero les resulta extraño su acercamiento, en forma totalmente silenciosa y también el motivo de éste. Más aún, no hay helicópteros en esta zona patrullando la costa a esa hora de la madrugada.
Los 40 pescadores observaron un objeto volador, que definieron como "platos soperos", que se ubica por encima de las lanchas enviando hacia ellos un gran haz de luz de color blanco que "iluminó la noche como si fuera de día".
El primero de marzo de 2000, Orlando Ostrobski, un hombre de 69 años que cuidaba el edificio Pinocho, en Quequén, observó el paso de un objeto volador que se desplazaba en dirección Sur-Norte.
Paradógicamente, en estos días, mientras los extraterrestres invaden las pantallas del cine y la televisión, han dejado de registrarse avistamientos de objetos voladores no identificados. O tal vez, quienes hayan tenido oportunidad de observarlos prefirieron callar y evitar la burla de los excepticos. Quizá algún día
En tanto, en Hat Creek, California, el primer telescopio especializado en rastrear señales inteligentes, sigue buscando vida en otros planetas. Está a cargo del Instituto SETI (búsqueda de inteligencia extraterrestre, por su sigla en inglés), programa privado que continúa con el trabajo iniciado en 1960 por el gobierno estadounidense.
Desde sus inicios el programa analizó 1.000 estrellas, pero el nuevo telescopio es tan poderoso que está en condiciones de observar en un año o dos más astros que los vistos en los últimas cuatro décadas. Tal vez en poco tiempo los extraterrestres vuelvan a ganar las primeras planas y debamos preocuparnos por una posible invasión interplanetaria. Pero por ahora, nuestro principal enemigo somos nosotros mismos...

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