En 1969 comenzó a funcionar en nuestra ciudad la Sociedad Dante Alighieri, filial de la entidad creada por un grupo de intelectuales italianos, en los últimos años del siglo XIX, para difundir la lengua y la cultura de la península itálica en todo el mundo.
No hay archivos que certiquen la fecha exacta en que la filial local de la Dante comenzó a funcionar, ni datos sobre las personas que trabajaron en la entidad.
Sin embargo, los años dedicados a la difusión de la cultura italiana, se ven reflejados en los logros de decenas de niños y adolescentes que aprendieron la lengua en su sede.
"Siempre hemos mantenido un perfil bajo, o tal vez no hemos sabido difundir lo que hacemos", señaló María Ferrari, directora de la Dante Alighieri de Necochea.
Y son muchos los logros de la entidad, como ser una de las pocas, de las más de 100 filiales que existen en el país, que cuentan con el certificado que la habilitan para dar certificados internacionales de italiano.
También fue distinguida en 2002 cuando los integrantes de su grupo jóvenes recibió el premio "Dante D'Oro" como mejor grupo Dante del mundo.
Aunque la mayoría de sus logros tienen que ver con la educación y la excelencia de sus estudiantes, que han participado de innumerables intercambios en las últimas décadas.
"La Sociedad le ha dado a los jóvenes necochenses más posibilidades de las que la gente se imagina", afirmó Ferrari.
Mundo de posibilidades
"A muchos jóvenes el idioma italiano les abrió puertas para forjarse el futuro", explicó la docente Marcela Giordano. "Porque han podido realizar intercambios y tenido la posibilidad de seguir o acceder a masters".
"Hay mucho intercambio entre las universidades argentinas y las italianos", agregó Ferrari. "Y eso genera oportunidades para realizar pasantías, obtener becas".
En la Dante se brindan cursos para niños, adolescentes y adultos, empleando para ellos textos, discos compactos, videos y otros recusos que aporta directamente la sociedad desde Italia.
Según explicaron Giordano y Ferrari, no sólo se trata de enseñar el idioma, también se les brinda a los estudiantes conocimientos sobre la cultura italiana y la realidad económica y política del país.
Además, están a cargo de la coordinación de los cursos de italiano que se dictan en el Instituto Humboldt de nuestra ciudad.
"El año pasado también hicimos una experiencia con la Escuela Nº 42 de La Dulce, que este año esperamos repetir", dijo Giordano.
El idioma del Dante
"Tal vez no hemos sabido transmitir a la comunidad necochense la trayectoria y la importancia que tiene la Dante como institución", dijo María Ferrari, que también es la presidenta de la Sociedad Italiana de nuestra ciudad.
"En la actualidad estamos tramitando la personería jurídica", explicó la directora y señaló que son seis los docentes que dan clases en la filial local de la Dante.
A partir de este año la Sociedad Dante Alighieri de Necochea comenzó a funcionar como Centro de Certificación Internacional, implementando los exámenes de reconocimiento internacional, distinción alcanzada sólo por algunas de las 122 sedes de la Argentina.
Esto ha permitido, desde hace años, que sus estudiantes accedan a programas de intercambio y que reciban becas para viajar a Italia y continuar con el aprendizaje del idioma en el país del Dante.
Este año Ariadna Otero, de 18 años, es una de los dos estudiantes necochenses que han sido becados para viajar a Europa.
Surgida de la entidad, a principios de este siglo un grupo de estudiantes formó la primera Juventud Italo-Argentina Dante Alighieri en nuestra ciudad.
Este emprendimiento, le valió a la sociedad local el reconocimiento internacional, ya que los jóvenes recibieron el premio Dante D'Oro, como mejor grupo del mundo, entre otros 500.
Esto impulsó a los jóvenes a organizar en nuestra ciudad dos acontecimientos de nivel internacional: el 10º Precongreso de jóvenes ítalo-argentinos, en 2000, y el 11º Congreso de jóvenes ítalo-argentinos en 2001.
Italiano para todos
La Sociedad Dante Alighieri de Necochea funciona en el edificio Italia, sede de la Sociedad Italiana de Socorros Mutuos, en la esquina de 56 y 61.
Allí se dictan los cursos, que son abiertos para toda la comunidad, a pesar de que mucha gente puede pensar que concurren especialmente descendientes de italianos.
"Hay mucho interés a nivel cultural por el italiano", explicó Giordano.
"En este momento hay mucho interés de los estudiantes terciarios por mucha bibliografía que sólo se puede encontrar en la Dante Alighieri", dijo Ferrari.
A nivel internacional la Sociedad Dante Alighieri recibió en junio de 2005 el premio Príncipe de Asturias de la Comunicación y la Humanística, junto a grantes institutos culturales de otros cinco países europeos.
Y la filial local es un fiel reflejo de la excelencia de esta institución surgida para difundir la lengua y la cultura italiana en todo el mundo.
Estimado Juan Jose Flores: habito en Roma y me ha gustado el análisis que hace el Dot. Carlos Norberto Mugrabi, sobre un verso de La Divina Comedia.
ResponderBorrarEl Último Canto
Ideas sobre el amor
“All'alta fantasia qui mancò possa;
ma già volgeva il mio disio e 'l velle,
sì come rota ch'igualmente è mossa,
l'amor che move il sole e l'altre stelle.”
Canto cuya traducción así resultaría:
“Aquí faltó la fuerza a mi elevada fantasía; pero ya se orientaban mi
deseo y mi voluntad como rueda parejamente movida,
por el amor que mueve al sol y a las demás estrellas.”
Emplearé una frase sintética para resumir las ideas de la última estrofa de “La Divina Comedia”: El amor permite al goce condescender al deseo.
Sin embargo, permanecer -como analista- en la síntesis implicaría un sacrilegio. Paso al acto de analizar.
Qué es entonces el amor. Casi todos responderán que se trata de un loable sentimiento.
La mayoría, dirá que el odio es su opuesto; en cambio, para otros lo será la indiferencia.
Razonando de este modo, no se va más allá del ámbito imaginario; y de las impresiones sensibles.
Qué propone Dante, al final de su “Comedia”, cuando escribe “Aquí faltó la fuerza a mi elevada fantasía…” Entiende que todos seríamos buenos, amables, amados, amantes, etc. mientras que la fantasía funcione; cuando no flaqueen las fuerzas de la misma. Lo que el poeta nos advierte es que, por el lado de la fantasía -y sin otros elementos-, seremos inevitablemente incapaces; por más elevada que ella fuere. En el verso “pero ya eran movidos mi deseo y mi voluntad, como rueda cuyas partes giran todas igualmente” alude a lo inexorable de la estructura que nos constituye. Y de la cual resulta un Ser –Nos[1]- cuya especificidad es la de carecer del Ser.
Ser, habitado por el deseo –el cual tampoco es un sentimiento- y por la fuerza constante de las pulsiones. Comparativamente, como una rueda que es movida por el principio de inercia: jamás se detiene.
Propone que, del amor, debemos poseer una determinada noción: “l'amor che move il sole e l'altre stelle”. Noción que implica el deber de decidir, interpretar el deseo presente en la trama de la escena.
La fantasía –por más elevada que fuere- corresponde al orden de la satisfacción individual; en vez el deseo remite a una carencia estructural e incolmable que –justamente por eso- relaciona a los sujetos: sólo el amor permite al goce condescender al deseo.
Amar, leer, averiguar, saber….
Sólo sé que no sé nada, decía el inmortal Sócrates.
Diciembre 2007.
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[1] Nosotros.
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