Del Marqués a
Los Esteños


Andrés Varela es en la actualidad el primer guitarrista del grupo folclórico Los Esteños, pero en 27 años de trayectoria ha pasado por todos los géneros musicales. Comenzó en el rock, pero también tocó en grupos tropicales, hizo tango, música griega y folclore.
La música es parte de su vida, en la actualidad, cuando interpreta algunos temas, recuerda a su madre, a sus hermanas, a su padre y las melodías que se cantaban en su casa.
Comenzó a estudiar guitarra a los 14 años, con Orlando Dibelo. "El me enseñó a amar la música", comentó Andrés, que a los 41 años se siente muy satisfecho con sus logros musicales.
Tras integrar durante seis años el grupo folclórico Pañuelo de Agua, es el primer guitarrista de Los Esteños, grupo al que ingresó como bajista.
Aunque su primer amor fue el rock, más precisamente el heavy metal.

El marqués
El primer grupo que integró Andrés se llamó Tribulaciones, junto a José Palottini y un adolescente del que sólo recuerda el apellido: Jurado.
"Que nos perdonen todos los que nos escucharon", bromeó Varela. Sin embargo, aquella experiencia le permitió ingresar a una banda ya mítica del rock necochense: Marqués de Sade.
Andrés ingresó como bajista, que era lo que el grupo necesitaba. Todavía recuerda aquella banda con mucho cariño. La formaban Carlos Varosio, Eduardo Savoye, Martín Laria y el baterista Carlos Cainso.
El fallecimiento de Cainso obligó a Varosio a transformarse en cantante baterista, algo que también le dio al grupo un sello particular.
"Tocamos durante diez años, siempre temas propios y una vez llegamos a meter en el anfiteatro 1.000 personas", explicó Andrés.
Además de rockeros eran showmen, ya que la música iba acompañada de maquillaje, vestuario y una gran parafernalia técnica.
"Preparábamos durante meses nuestros espectáculos", comentó Varela.
Pero el producto también era bueno. "Hoy vuelvo a escuchar los casetes y me doy cuenta de que el nivel era muy bueno".

La misma pasión
Andrés tiene 41 años y cuatro hijos con su esposa Alejandra: Lisandro, de 17 años, Lautaro (15), Macarena (13) y Julia (2). De ellos, el único que sigue sus pasos es Lautaro, quien estudia guitarra y parece haber heredado la pasión de su padre.
"Yo siempre digo que no soy un buen músico, sino un viejo músico", bromeó Varela, quien tras su paso por el rock empezó a buscar nuevos horizontes.
Fue uno de los primeros rockeros de nuestra ciudad que se animó a incursionar en un género que hasta ese momento era considerado tabú: la música tropical. "Pero generaba un gran movimiento de gente y se podía ganar mucho dinero", señaló.
Durante un tiempo fue guitarrista de la cantante tropical Joanna y también tocó con Alberto Arbizu, el ex líder de Los Moros.
Esas experiencias le permitieron abrir su mente a nuevos géneros. Durante una temporada tocó música griega junto a su suegro Nicolás Karagiannis, hizo tango con Sebastián Ibarguren y Juan Oholegui y luego integró Pañuelo de Agua.
Ese grupo, que realizaba folclore fusión, con influencias de blues y rock, fue el paso previo a Los Esteños, agrupación a la que ingresó hace dos años.
Empezó como bajista, pero en determinado momento sintió que con ese instrumento no daba todo lo que él deseaba. De allí que decidió volver a la guitarra.
Pese a que perdido muchas de sus ilusiones musicales juveniles, Andrés se siente muy satisfecho con lo que hace. "Los Esteños es corazón puro", afirmó.
Luego de Marqués de Sade, había dejado de tocar dos años e incluso vendido los instrumentos. "Pero me di cuenta de que no podía vivir sin la música. Cada vez que iba a la Rambla y veía algún grupo quería meterme a tocar", explicó.
Como todos los integrantes de la banda, tiene otro trabajo, y cada ensayo y presentación es un gran esfuerzo. Pero, debido a ello, también es una gran satisfacción seguir tocando.

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