Alberto Santilli y el teatro integral

Alberto Santilli ha dedicado la mayor parte de su vida al teatro. Es actor, pero en una dimensión que sobrepasa a la del hombre que le presta la piel a los personajes. Para él, hacer teatro es una actividad integral, que incluye la producción, la puesta en escena y la interpretación.
Este hombre de 39 años, comenzó a dar sus primeros pasos en el mundo del teatro junto a su hermano Juan Pablo, reconocido por su labor como escritor y dramaturgo.
"Empezamos de pibes en el seminario de la Escuela Municipal de Artes", explicó Alberto. En los primeros años de la democracia formaron la Agrupación Pepe Podestá, donde ya se encontraban Juan Pablo, Abel Moreira y Marga Forte. Nombres que con el tiempo se convertirían en algunos de los impulsores de El Cenáculo.
"Estabamos estimulados por Nano Benzal, que en ese momento era director de Cultura. Era la época de la administración del intendente Domingo Taraborelli, un período inolvidable y muy rico", señaló.

Experiencia platense
Juan Pablo comenzó a viajar a Buenos Aires a estudiar música. Mientras, Alberto conoció a los integrantes de un grupo de teatro de La Plata que lo invita a participar de su experiencia.
"En esa época yo tenía la fantasía del cine", recordó Alberto. Y aquel momento pensó que la mejor manera de acercarse a su sueño era realizando una intensa actividad teatral.
"Fue una formación muy completa, desde el trabajo del actor y también la escenografía, la producción y el armado de la compañia", explicó.
Porque lo que comenzó como una posibilidad de ir a estudiar a La Plata y trabajar en lo que a él le gustaba, lo llevó a radicarse durante casi una década en la capital bonaerense.
"Armamos el espectáculo basado en una obra de Juan Rulfo, que se llamaba 'El gallo de oro'. La compañía era muy grande, tenía 30 personas. Llevó cuatro años de ensayo y otros cuatro de funciones", dijo.

Volver al pago
Pero luego de nueve años, las posibilidades de trabajo con la compañía comenzaron a disminuir y Alberto, junto a su compañera Angela Santachita, decidieron volver a Necochea.
"Nosotros teníamos el deseo de buscar un lugar más tranquilo para vivir, porque ya teníamos una hija, y por otro lado seguíamos con la utopía de la generación de una compañía y de un grupo para seguir trabajando", señaló.
"Tan mal no salió, porque al año de estar acá se comenzó a gestar lo que después fue El Cenáculo", explicó Alberto. A su llegada a Necochea comenzaron a trabajar con talleres de teatro infantil, actividad que les dio grandes satisfacciones.
Ya en La Plata habían realizado una experiencia similar y aquí lo hicieron en la Fundación Cultural de la Usina Popular Cooperativa. Además, junto a Juan Pablo y otros actores locales, entre los que se encontraban algunos de sus viejos compañeros de la agrupación Pepe Podestá, comenzaron a trabajar la obra "Los hijos de Indalecia". Los ensayos se realizaban en la casa.

Experimentación
Luego de aquella experiencia y debido a que se quedaron sin un lugar para ensayar, alquilaron un salón en la calle 62 casi 75 y formaron El Cenáculo.
"Significó mucho trabajo y mucho poner el hombro", explicó Alberto. "Se abrieron muchos talleres por demanda de la misma gente".
Y fue un trabajo muy valioso. "De esos talleres que hicimos salió la gente que sigue con El Cenáculo durante todos estos años", indicó Santilli.
Si bien luego Alberto, por cuestiones laborales vivió durante unos años en el campo y vio menguadas sus posibilidades de trabajar en el teatro, ahora ha vuelto a su trabajo como investigador y director.
"Estoy muy decidido a darle continuidad y permanencia al estudio y a la producción del teatro para chicos, porque es un tema que siempre se toca, pero luego se deja", dijo.
En la actualidad y desde hace ya tiempo, está dedicado a la obra "La Piedra en el estanque", una pieza de teatro en constante evolución, en la que trabajan Marga Forte, Angelica Baglivo, Ana Arru, Juan Pablo Santilli y Julio Pérez.

La dimensión total
"No me arrepiento de nada", dijo Alberto Santilli. Aunque muchos actores, luego de una experiencia de nueve años de trabajo en una compañía teatral en La Plata, hubieran elegido otros horizontes, él prefirió volver a Necochea.
Pero aseguró que siempre esa le pareció la mejor elección. "Mi idea siempre fue volver. Pero el estudio y el trabajo me demoró. Me dio una dimensión más real de lo que es estudir teatro".
"Hoy día está un poco lavado este tema. Se estudia más actuación, el oficio de actuar, que el teatro en su dimensión total, que es lo que a mí me interesa", explicó.
"Nosotros nos formábamos con la idea de ser técnicos, laburantes del teatro. Una persona que pudiera salir y generar teatro desde muchos lugares, no un actor que tenga que ser contratado o esperar la oportunidad del papel para laburar", dijo Santilli.