"Sonidos de una rosa campestre" es el título del primer libro de Adela Distéffano, una joven necochense, radicada desde hace tres años en Ramón Santamarina.
El libro también es la realización de un sueño, surgido hace unos años atrás, cuando la autora descubrió que la poesía era su verdadera vocación.
"Siempre escribí para mí, pero desde hace cinco o seis años decidí hacerlo más seriamente", señaló. Esto la llevó a participar de varios concursos y a comenzar a buscar su propio estilo.
Tuvo que reaprender a escribir, porque, según sus propias palabras, su estilo era "muy antiguo". La lectura y el esfuerzo se vio premiado el año pasado en varios certamenes en los que participó.
Así fue como vio publicados sus poemas en antologías de varias editoriales y en los últimos meses, surgió la posibilidad de publicar su propio libro bajo el sello De los Cuatro Vientos.
El próximo jueves el libro será presentado en la librería de calle 64 al 3000 y entonces comenzará una nueva etapa en la vida de esta joven poeta.

Sentimiento y paisaje
Distéffano describió su poesía como "muy relacionada a los sentimientos y al paisaje". Aunque aseguró que toca "todos los temas".
Precisamente la frescura con la que escribe, tan alejada de la técnica, la obligó a tener que adaptar su escritura a las exigencias de la poesía actual para "poder entrar a los concursos".
Esto la llevó a conectarse con la poeta cordobesa Elizabeth Carpi hace un año y medio, y a comenzar con ella un taller de poesía.
Por otra parte, también comenzó a realizar un taller de periodismo, dictado por profesionales de Buenos Aires, que se dicta en el Centro Tecnológico de Ramón Santamarina.
"La idea es poder realizar a partir del año que viene un periódico local", manifestó Carpi.
No obstante, señaló que ella continúa sientiéndose más cómoda con la poesía que con la narrativa. "Me siento más libre", dijo la joven poeta.

Camino poético
Además de su libro, en los próximos días también aparecerán otras tres antologías: una publicada por De los Cuatro Vientos, otra por Zona y una tercera con los trabajos ganadores del Concurso Nacional realizado en Corral de Bustos, Córdoba.
"Pero además estoy esperando los resultados de otros cinco concursos", manifestó Adela.
Explicó que estos libros se distribuyen en todo el país y, en el caso del publicado por De los Cuatro Vientos, en el mundo, ya que los autores viven en distintos países.
Esto le permitió sentirse más segura con su poesía y también animarse a publicar su propio libro.
Además del texto ganador del concurso internacional, la autora eligió otros poemas que recibieron distinciones en concursos para integrar "Sonidos de una rosa campestre".
La selección estuvo condicionada por el paisaje campestre en el que Adela vive hace tres años y que, de alguna manera, ha ido metiéndose de a poco en sus textos.
La tapa del libro fue ilustrada por los hermanos Matías y Marilyn Maidana, de la Escuela Municipal de Artes.
El poemario marca definitivamente el camino de la joven escritora, decidida a continuar por el resto de su vida a transitar el camino de la poesía.

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