"Tengo la sensación de que he recorrido más kilómetros sobre patines que en auto", bromeó Carlos Freire. Nacido en Mendoza, comenzó a jugar al hockey sobre patines a los cuatro años en el club San Martín. Hace una década, cuando decidió radicarse en Necochea, con el sueño de enseñar aquí todo lo que sabía de esa disciplina, tuvo que empezar de nuevo con el roller hockey, un deporte que en ese momento recién comenzaba a conocerse en nuestro país.
En los próximos días, Carlos podría volver a enfrentarse a la experiencia de empezar de nuevo. El equipo de Los Toros, que él creo, entrenó y en el que también juega, debió retirarse de la Liga Metropolitana por falta de apoyo económico.
Esto obliga a este mendocino a replantear su vida y a mirar hacia el exterior como una posibilidad para seguir haciendo lo que tanto ama: jugar hockey y enseñarlo; pese a que él considera que su lugar en el mundo es Necochea.

Sobre ruedas
En la familia de Carlos nadie jugaba al hockey, pero su padre practicaba pelota paleta en el club San Martín y lo llevaba. Fue así que a los cuatro años el pequeño vio jugar por primera vez hockey sobre patines, un deporte muy fuerte en Cuyo.
No sólo jugó, a los 16 años empezó a entrenar a jugadores más chicos y también se ligó al hockey sobre césped.
A los 30, cuando decidió radicarse en Necochea, cargaba con una gran experiencia y decidió volcarla en nuestra ciudad. Fue así que se dispuso a practicar hockey sobre patines en Necochea y a enseñarlo, pero se encontró con un gran inconveniente, aquí ese deporte era desconocido.
Fue así que Carlos decidió volcarse al roller hockey, una disciplina incipiente. "Para quienes no lo conocen, es el hockey sobre hielo llevado a los patines en línea", explicó.
Sin embargo, no era tan simple. Las reglas son similares a las del hockey sobre hielo, pero se trata de un deporte totalmente diferente al practicado durante años por Freire, que de pronto se vio obligado a empezar de nuevo.
"A los 34 años jugué mis primeros partidos de roller hockey y me vi obligado a modificar todo lo que pensaba enseñar para aplicarlo a este nuevo deporte", manifestó el mendocino, que comenzó a entrenar chicos en esta especialidad en el Club Ciudad.
Corría el año 1999 y desde entonces el roller hockey se ha convertido en uno de los deportes amateurs que mayores logros ha aportado a nuestra ciudad.
"No sólo hemos obtenido muchos títulos, también organizamos en nuestra ciudad algunos de los torneos nacionales más importantes que se han realizado en el interior del país", explicó.

El representante
Los Toros obtuvieron dos títulos en la Liga Metropolitana B y buenos resultados en la A. Este año llevan dos partidos ganados de cuatro jugados y tendrían muchas posibilidades de quedar entre los finalistas, pero la situación del equipo se ha vuelto insostenible.
"Hemos agotado todos los esfuerzos y todos los pedidos", señaló Carlos. Si bien a través de la Municipalidad de Necochea lograron participar del torneo Apertura de la Liga Metropolitana, les resulta imposible continuar en el Clausura.
Pero no sólo se trata de una cuestión económica. Hace ocho años que el equipo no tiene un espacio para practicar el deporte, a pesar de que compiten en una liga de primer nivel. "Los Toros es el único equipo representante del interior del país y en Buenos Aires no entienden por qué nosotros dejamos la liga", dijo Freire.
"Pero de esta forma no se puede representar a una ciudad", señaló Carlos, que se ha dedicado exclusivamente al deporte durante gran parte de su vida y que ahora se encuentra en la disyuntiva quedarse en la ciudad o aceptar una propuesta para ir a Europa a entrenar a un equipo español.
Desde la infancia Carlos venía con sus padres todos los años de vacaciones a la Costa atlántica y siempre quiso vivir aquí. Por esa razón eligió Necochea, ciudad que siente como propia y en la que siempre quiso desarrollar su actividad.

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