Ya no quiero ni oir hablar de Internet Explorer. Es más, no sé como hay gente que aún lo continúa utilizando.
Tanto en la computadora de mi casa como en el trabajo tengo instalados Google Chrome, Opera y Firefox, además de IE 8 Beta.
Sin embargo, he notado que desde la aparición de Chrome prácticamente no utilizo nunca el Explorer, a menos de que la página que quiero abrir no sea compatible con ninguno de los otros navegadores.
Chrome, pese a que aún se encuentra en beta, se ha convertido en mi navegador de cabecera. Su velocidad me resulta imprescindible.
En caso de que no pueda abrir una página con el navegador de Google, utilizo Opera y sólo si sigo teniendo problemas utilizo Firefox.
Internet Explorer ha desaparecido de mi vida como internauta y sólo recurro a él en caso de necesidad extrema. El sólo hecho de lanzarlo y tener que esperar a ver como se carga la página de inicio, me exaspera. ¿A alguno de ustedes le pasa lo mismo?

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