Cuando esto se produce en una microempresa, su propietario se encuentra en problemas, ya que debe pagar a alguien para que haga el trabajo que desconoce completamente. Entonces pueden pasar varias cosas. Lo menos doloroso sería que sólo deba pagar un sobreprecio por su desconocimiento.
Lo más común es que no sólo le cobren un sobreprecio, sino que le vendan un camión cuando en realidad sólo necesitaba un utilitario. Peor aún, puede pagar demás por un camello, es decir, por algo que en realidad no le sirve para nada, con el perdón de los camélidos.
Como ejemplo. Supongamos que nuestro microempresario necesita un software para la administración de su empresa. Podría recurrir a grandes empresas como Microsoft con soluciones fantásticas, pero carísimas. Si no le alcanza el dinero deberá pagar a otras soluciones y es allí donde puede terminar comprando un buzón o el obelisco.
En esas situaciones es cuando algunos empresarios deciden dejar de lado sus fobias y ponerse a investigar un poco.
Entonces, un sitio como OpenPyme se convierte en esencial. Esta página, que pertenece a la Universidad de La Laguna, de Tenerife, es un catálogo de programas de código abierto (por extensión, gratuito) para microempresas.
Vía: Barrapunto
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