En los torneos internacionales de fútbol siempre tengo la costumbre de ponerme del lado de los equipos más débiles. No sé por qué pero me simpatizan más aquellos que luchan por lograr un imposible que quienes saben que tienen la sartén por el mango.
Por eso me resultó particularmente simpática la historia de Sogelau Tuvalu, un muchachito de 17 años que hace unos días participó en una de las competencias clasificatorias de 100 metros llanos del Campeonato Mundial de Atletismo de Corea del Sur.
Este joven atleta samoano, de físico imponente, se convirtió, según los medios, en el "velocista más lento del mundo". Corrió los 100 metros en 15,66 segundos, mientras que la mayoría de sus competidores no superó los 11 segundos.
Sogelau quedó muy rezagado, pero se ganó el corazón de los amantes del deporte amateur de todo el mundo.
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