Zero Galván
El escritor Eugenio Juan Zappietro -alias Ray Collins-, dijo que siempre quiso hacer "un matrimonio igualitario entre el comic y la novela", durante la entrega del primer premio del concurso de novela negra, realizada anoche en la sede de la editorial Del Nuevo Extremo, donde resultó ganador con la obra "Mi nombre es Zero Galván".
"Quería saber qué podría pasar si de un cuadrito dibujado salía un personaje y se largaba a integrar el mundo de la literatura", expresó el autor a Télam.
La novela, publicada por la editorial Del Nuevo Extremo, forma parte de la colección Extremo Negro, lanzada con este concurso. En ella, Zappietro retoma a su personaje Zero Galván, el teniente de "Precinto 56", una historieta policial creada en 1962.
Además de numerosas historietas, Zappietro ha escrito varias novelas, entre ellas, "Tiempo de morir"; "De aquí hasta el alba"; "La calle del ocaso"; "Kiling"; "Precinto 56", y varios volúmenes de cuentos, como "20 cuentos policiales argentinos"; "24 cuentos policiales argentinos" y "15 cuentos policiales", entre otros.
"Si Oesterheld es el primer guionista argentino, el que inaugura de un plumazo y para siempre la historieta adulta en Argentina, Collins abre las puertas, funda esa utopía imposible de ser literario y tener éxito, de la masividad y el sello propio en cada obra", afirma el escritor Iván de la Torre en la contratapa del libro.
Zappietro es un gran lector de novelas policiales, "hasta escribí un libro sobre la historia de la novela negra; me faltaba hacer este experimento, fusionar los géneros. El primer intento me satisfizo y el segundo, esta novela, la envié al concurso y recibí la sorpresa de haberlo ganado".
"Esta es una novela escrita por un lector, no es precisamente lo que a mí me gusta leer, pero es parte de lo que he leído toda mi vida; creo que guarda la música que tenía la historieta. Intenté mantener reconocible al personaje del comic en la novela", explicó.
Sobre su relación con el comic, explicó que "es la de un paracaidista. Me fui acercando como lector, a los 16 años ya era fanático de (Héctor Germán) Oesterheld, de Hora Cero, de Misterix, que es donde publiqué mi primera historieta, a los 23 años".
"En ese momento, desde la editorial me solicitaron que piense algún seudónimo, ahí se me ocurrió Ray Collins, como pudo haber sido John Smith, John Doe o Joe García, pero salió Ray Collins, sin saber que había un actor de Hollywood con ese nombre, que años después descubrí en la serie "Perry Mason". Ese fue el comienzo", indicó.
El escritor ha leído a muchos autores de novela policial, "desde Dashiell Hammett hasta David Goodis, desde Lawrence Sanders hasta Michael Connelly, y todos los sucedáneos, John Grisham, y muchos más".
Desde su perspectiva, "hay una muy buena novela policial estos días, pero, a veces, el género necesita alguna inyección de proteínas; se le da mucha importancia a los aspectos del protagonista -el detective-, más allá del caso, de la trama".
"Esta novela mantiene lo que conocemos: una trama con historias personales desde otro punto de vista, vidas que se pueden ver y desarrollar, pero que mantienen una puerta abierta; son personajes que tienen contradicciones, presiones, sueños y sentimientos que, tal vez, no hayan cambiado tanto con el tiempo", concluyó. (Juan Rapacioli, Télam)

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