Un equipo de científicos de la Universidad de Toronto y de la Universidad Hebrea de Jerusalén, encontraron en una capa de hace un millón de años, en la Cueva Wonderwerk en Sudáfrica, restos microscópicos de ceniza de madera, junto con huesos de animales y herramientas de piedra, que pudieron identificar como la evidencia más antigua conocida del uso del fuego.
Este hallazgo, determina que los ancestros del ser humano usaban el fuego 300.000 años antes de lo que se pensaba, de acuerdo a lo publicado en `Proceedings of the National Academy of Sciences`, según despacho de Europa Press.
La Cueva Wonderwerk, donde se produjo el hallazgo, es de gran tamaño y está situada cerca del borde del desierto de Kalahari, donde ya había realizado excavaciones Peter Beaumont y descubierto un extenso registro de ocupación humana.
Los investigadores, que están haciendo un relevamiento detallado del material de la excavación de Beaumont, señalaron que el análisis de los sedimentos reveló restos de plantas incineradas y fragmentos de huesos quemados. También encontraron amplias pruebas de decoloración de la superficie, algo que se produce cuando ocurre una quema.
Los investigadores resaltan que el control del fuego habría constituido un punto de inflexión en la evolución humana y, según Michael Chazan, antropólogo de la Universidad de Toronto, "el impacto de la cocción de alimentos está bien documentado, y el impacto del control del fuego habría tocado todos los elementos de la sociedad humana".
"Socializar en torno a un fuego, podría ser un aspecto esencial de lo que nos hace humanos", agregó Chazan. (Télam)

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