El Tiro Federal de Necochea es una de las entidades más antiguas de la ciudad. Fundada en marzo de 1923, a lo largo de nueve décadas no sólo ha obtenido logros en el campo deportivo, también a nivel institucional, ya que con el aporte de sus miembros se creó en el siglo pasado la Usina Popular Cooperativa. Angel Murga y Sebastián de María, entre otros hombres destacados de la vida social necochense, fueron socios de la institución.
"La entidad ha pasado por diferentes etapas, algunas buenas, otras no tanto y también situaciones críticas. Es una institución que en su momento fue muy importante para Necochea", explicó Walter Gazek, presidente del Tiro Federal de Necochea.
Si bien en los últimos años la inseguridad ha sensibilizado a la sociedad y ha llevado al Gobierno a restringir el uso de armas, lo que ha repercutido notablemente en la práctica del tiro, en los orígenes de la entidad, “era una actividad casi obligatoria en los colegios secundarios y los chicos iban a prácticar a nuestro polígono, antes de entrar al Servicio Militar”, explicó Gazek.
“Hoy el tiro es casi una mala palabra y nosotros no podemos hablar de armas de fuego fuera del ámbito deportivo”, explicó.
Sin embargo, décadas atrás, algunos adolescentes que concurrían al colegio secundario e iban a la institución practicar tiro, se entusiasmaron con la actividad y obtuvieron importantes logros deportivos.
Boris Canosa, Carlos Celihueta y Elmo Chamba lograron en esa época el campeonato nacional en carabina y fusil.
Pero en las últimas décadas “ha decrecido la participación de la gente”, señaló Gazek.
Crisis y sacrificio
A fines de los 80 el Tiro Federal pasó por uno de sus momentos más críticos. “En enero de 1988, debido a un fuerte temporal, el techo del salón principal se levantó por completo”, explicó un año más tarde a Ecos Diarios el entonces presidente de la institución, Guillermo Gibson.
Si bien la galería de tiro se encontraba utilizable, Gibson comentaba en una entrevista que la actividad era prácticamente nula. “Los costos de munición hace virtualmente imposible la práctica de este deporte”, afirmaba.
Pero, el trabajo infatigable de los amantes de este deporte permitió que la institución sobreviviera. “En los últimos años se han modificado todos los campos, se han adaptado a lo que exige la Federación Argentina de Tiro y el Renar y hemos puesto luminarias en el frente del edificio gracias a la colaboración de la Usina Popular”, indicó Gazek.
“También cerramos toda la galería de tiro con vidrios y puertas para que no repercutan los disparos en el salón”, agregó. “Y hemos hecho los baños. Porque los baños que estaban eran los originales del edificio”.
Por otra parte, se recuperó la cantina y se arreglaron las pedanas de tiro.
“En un edificio tan viejo como el nuestro es necesario el mantenimiento constante y muchas veces no contamos con ingresos suficientes”, señaló Edgardo Rigonat, tesorero de la entidad.
Tiro práctico
“Como toda institución pobre es todo a base de sacrificio de los socios y de la gente y las empresas que colaboran”, precisó Gazek.
“La cuota es de 35 pesos por mes y con un promedio de 100 socios es poco lo que se puede recaudar”, manifestó. “Y tenemos cuatro hectáreas para mantener, más el edificio”.
Con los fondos obtenidos a través de la cuota social, los cursos de instrucción que se dictan en la institución y las donaciones, la comisión directiva ha logrado mantener al Tiro Federal y realizar algunas obras indispensables.
Además, a raíz de las restricciones existentes sobre las armas, las inspecciones del Registro Nacional de Armas (Renar) son cada vez más exigentes.
Desde marzo a septiembre, el polígono del Tiro Federal permaneció inhabilitado por algunas observaciones que realizó el Renar. “Si bien las modificaciones se hicieron casi inmediatamente, después se tardó en volver a obtener la habilitación, lo que nos impidió realizar un torneo nacional de tiro práctico que pensábamos hacer este año”, explicó Gazek.
“En los últimos años, lo que más ha sobresalido como disciplina deportiva ha sido el tiro práctico. No porque lo hayamos querido así, sino que coincidió con que casi no había quien tirara con armas largas”, señaló Rigonat. “Pero hemos logrado que estos tiradores se vuelvan a acercar y han formado una subcomisión de armas largas, lo que permitirá realizar torneos con carabina, con fusil y de caza mayor”.
Según explicaron Gazek y Rigonat, la gente les pedía que volviera la práctica con armas largas al Tiro Federal de Necochea, que cuenta con un polígono de características únicas, ya que se puede tirar con fusil a 300 metros.
“Pero necesitábamos gente idónea en el tema, tanto para la preparación de los campos como para fiscalizar los torneos”, expresó Rigonat. “Así que va a resurgir la actividad con armas largas”.
Entusiasmo
Los miembros de la comisión directiva del Tiro están entusiasmados con la idea de realizar un torneo nacional de tiro práctico el año que viene, con la homologación de confederación internacional IPSC.
“Esas actividades mueven a gente de todos lados”, señaló Gazek. “Antes no hacíamos más que los torneos regionales y torneos sociales entre nosotros”.
Cuando se comenzaron a realizar torneos de verano, rápidamente se superaron las expectativas de la institución. “A esos torneos vienen tiradores de Córdoba, de Buenos Aires, Lomas de Zamora, Mar del Plata, Villa Gesell, Bahía Blanca, de Tandil”, precisó.
Por otra parte, las fuerzas de seguridad realizar sus entrenamientos en el Tiro Federal. “Ellos tienen sus propios instructores. Nosotros les prestamos los campos y ellos colaboran con algún material, como madera, chapa, pintura o mano de obra”, señalaron los dirigentes.
En la actualidad la institución abre sus puertas los sábados de 9 a 12 y de 14.30 a 18 y los domingos de 9 a 12.30. Pese a las crisis y las restricciones, la entidad se mantiene firme y se prepara para festejar sus 90 años en unos pocos meses.
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