El miércoles 28 de febrero de 1979, un grupo de amigos y correligionarios le realizaba un emotivo homenaje a Baldomero Sagaste, un destacado político radical que fue intendente de nuestra ciudad entre 1922 y 1924.
Y por el Comité Emiliano Abásolo de la UCR y en representación de sus amigos, estaban presentes Juan S. Doumecq Millieu, Pedro Poujol, Basilio Alvarez, Omar Di Nápoli, Aitor Iturralde, Carlos Daniele, Enrique López, Manuel Rey, César González, Pedro Azcoiti, Julio Batista, Celso Fernández Candia, Nicolás Raimo, Neri Urriza de Betbeder, José María Guerrero, Saturnino Sarries, Julia Nicolella, Pilar Abajo de Arrayago, Elías Mahli, Fela Pérez de Goñi y Adelina Goñi de Pasques.
Dedicado a la política
Sagaste había nacido en Vivoratá, partido de General Pueyrredón, el 28 de febrero de 1882. Su familia se radicó en nuestra ciudad cuando Baldomero solo tenía 7 años de edad.
Tras cumplir el servicio militar, en 1905, se desempeñó como mayordomo en importantes establecimientos de campo de la zona, como en otros de la provincia de Córdoba.
Su dedicación y esfuerzo lo llevaron a desarrollar esa actividad por su cuenta, a partir del año 1914, consolidando una sólida posición económica.
Su compromiso con la comunidad, lo llevó a incursionar en la política y militó en las filas de la Unión Cívica Radical.
En representación de ese partido fue concejal durante 1920 y 1922 y año en que asumió como intendente, hasta 1924. Durante su gobierno se realizaron en Necochea importantes obras de pavimentación y aguas corrientes.
En 1926 volvió a ocupar una banca en el Concejo Deliberante local y de 1927 a 1930 presidió el cuerpo.
El 26 de septiembre de 1928 asumió la titularidad del Comité Emiliano Abásolo de la UCR. Ese año fue elector de la fórmula presidencial Irigoyen-Beiró y en 1930 del binomio gubernativo provincial integrado por Crovetto-Garralda.
También en 1930 obtuvo una banca como diputado provincial.
En su labor pública, se destacan las gestiones realizadas para concretar la Usina de Aguas Corrientes de Necochea; por la construcción del Puente Colgante; la cesión de terrenos para erigir en ellos la Colonia Raimondi y la habilitación de nuestra estación marítima como puerto de ultramar, dado que únicamente se hallaba habilitado para realizar operaciones como puerto de cabotaje.
Durante la inauguración del Puente Colgante, le correspondió a Baldomero Sagaste la satisfacción de dar la bienvenida a nuestra ciudad al entonces presidente de la Nación, Dr. Marcelo Torcuato de Alvear.
En esa oportunidad, el vecino enfatizó en sus conceptos con respecto a lo que podría llegar a ser Puerto Quequén y toda nuestra zona. Su visión de futuro y su acción progresista lo hacían vislumbrar un porvenir venturoso.
Desde su lugar, luchó por hacer realidad ese futuro con honestidad y sin retacear esfuerzos. Pudo observar los logros y quizás ese haya sido el mejor premio para su dilatada y provechosa existencia.
Vecino muy apreciado
“Con el deceso del señor Baldomero S. Sagaste, a los 97 años, desaparece un caracterizado vecino que tanto en su actividad privada como pública dio pruebas de una profunda contracción al trabajo y de una honestidad de proceder que enmarcó toda su existencia”.
Así comenzaba el obituario publicado el 17 de agosto de 1979, al día siguiente del fallecimiento del querido político.
Varios meses más tarde, en abril de 1980, se realizaba el remate de las propiedades de Sagaste como parte del juicio de sucesión.
La primera jornada de remate se desarrolló el lunes 19 de abril, en la vivienda familiar de Sagaste, en la calle 57.
Durante seis horas se producían situaciones graciosas, pujas desorbitadas y precios paradójicos. Salían a remate 300 objetos entre muebles, cortinas, utensillos de jardín, vajillas, valijas, artefactos del hogar y hasta una simple y común radio de transistores.
El remate estaba a cargo del martillero Adolfo Siciliano, de la Capital Federal.
Sin duda el plato fuerte de la jornada fue el viejo, pero impecable, Dodge 38, un automóvil con pintura de fábrica y documentación en orden, que supo acompañar a Sagaste en sus giras políticas.
El afortunado que cumplió con la doble función, utilitaria y de coleccionista, fue Juan José Micheli, que en sólo 400 millones de los viejos supo concretar la conquista y el remate en poco menos de 10 minutos de debate.
La segunda jornada se realizó el martes 20, en el Club Danés. Ante una importante cantidad de público, se remataban los campos “El Chalet” y “La porteña” y la vivienda de calle 57.
El primero de los campos, ubicado en el kilómetro 24,5 de la ruta 228, salía a la venta con una base de 2.200.000 pesos la hectárea y era adquirido por Mises S.A., una firma dedicada a la explotación agropecuaria que abonaba un total de 1.754.439.570 pesos.
En tanto, “La Porteña”, con una extensión de 220 hectáreas, y ubicada sobre la ruta Pieres-Balcarce, fue adquirida en 2.560.000 la hectárea por una sociedad anónima de la Capital Federal.
Más de 30 años después, Baldomero Sagaste aún es recordado por su compromiso y su incansable labor por el bienestar de los necochenses. Fue un intendente que hizo obras en una época convulsionada de la política nacional y un legislador que gestionó importantes proyectos para la ciudad.
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