Si bien Joaquín Salvador Lavado, de 81 años, creador de la célebre y paradigmática "Mafalda" anunció un retiro temporal en 2009, en declaraciones a la prensa internacional a través de una videoconferencia sostuvo que acontecimientos como el espionaje que hizo la Agencia Nacional de Seguridad (NSA) han producido "un cosquilleo en la mano".
"El tema del espionaje que me preocupa mucho y hubiera querido hacer algo sobre eso. Luego las migraciones de un país a otro, que siempre las ha habido en la historia de la humanidad, pero el momento que nos toca es muy difícil (...) También la guerra en Siria, guerra en alguna parte del mundo sigue siempre habiendo", reprodujo la agencia DPA.
Quino no pudo asistir a la feria mexicana por problemas de salud. "Los médicos no me dejan (viajar). No tengo nada grave, pero tengo problemas (de salud) al viajar en los aviones", afirmó.
Padre de Mafalda, la tira publicada entre 1964 y 1973, y que hoy es figura de la cultura popular latinoamericana, el dibujante lamentó el retiro involuntario al que se ha sometido desde 2009, en especial por problemas de la vista.
"Yo quisiera seguir dibujando, pero la verdad es que mis ojitos no me dan. Lo que extraño es justamente no seguir dibujando, me gustaría muchísimo poder hacerlo", contó.
Según dijo a la prensa, Quino pasa sus días leyendo, viendo "buen cine" o haciendo dibujos muy esporádicamente, casi de manera automática para algún libro. "No sé hacer un libro sin dibujar. Si no es a través del dibujo no sé expresarme", afirmó.
El dibujante nacido en Mendoza fue homenajeado en el Teatro Macedonio Alcalá de Oaxaca con anécdotas del mexicano Eduardo del Río "Rius", su amigo Marcelo Krass y su colega argentino Liniers.
"Una cosa que tiene Quino es que cuando lees Mafalda, al final no es que seas más culto, sos mejor persona, mejor ser humano. Son de esas obras que no solamente tienen a gente diciéndote algo para entretenerte y diviértete, son personas que se detienen a hacerte pensar", dijo el creador de "Macanudo".
Finalmente, desde Argentina, Quino lamentó que, pese a internet y las redes sociales hacen más fácil la difusión del pensamiento, "los jóvenes están menos preocupados por la parte política y social de lo que ocurre en el mundo".
Y afirmó que sólo espera que su trabajo "contribuya a mitigar la desigualdad y la injusticia en el mundo, al menos un poco".
"Aunque nunca pertenecí a un partido político tengo mis ideas de justicia social. Las diferencias entre ricos y pobres me molestan mucho", concluyó este hombre que iluminó con su trabajo gráfico a varias generaciones latinoamericanas. (Fuente: Télam)
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