En los primeros días de octubre de 2004, en una oficina de subastas judiciales de la Capital Federal, se remataba en 476.000 pesos el inmueble ubicado en la esquina de calle 62 y 63.
Con el remate culminaba la historia de uno de los comercios más tradicionales de nuestra ciudad, la Casa Jaca.
Este negocio había abierto sus puertas un siglo antes, en 1889 bajo la denominación de Casa Euskalduna. En 1894 se inauguró el edificio de la esquina de 62 y 63.
Allí los vecinos podían comprar de todo, desde mercadería hasta ropa y también combustibles, vehículos y maquinaria agrícola. Debido a ello se convirtió en uno de los comercios más importantes de la ciudad.
Con historia
La Casa Euskalduna fue uno de los primeros grandes almacenes de ramos generales de nuestra ciudad. Fue fundada por don Tomás Bilbao, en la esquina de las calles Belgrano y Díaz Vélez (hoy 62 y 63).
No sólo era un almacén de ramos generales en el que los vecinos podían comprar lo que quisieran, también contaba el local con un corralón de maderas y acopio de frutos.
Además, la firma era representante de grandes marcas como Internacional Hawerster Compañía Argentina, máquinas e implementos agrícolas, camiones, tractores Deering, International, productos Texaco, naftas, lubricantes, etc.
En un libro publicado por Ecos Diarios en 1931 con motivo del 50 aniversario de la ciudad, se puede leer que “La Euskalduna, que responde a la prestigiosa firma Bilbao y Jaca, ha ido prosperando rápidamente, desde su fundación hasta la fecha”.
“Basta con expresar, para dar una idea de su importancia y del ilimitado crédito de que goza, que es un establecimiento que hace honor al comercio de la provincia de Buenos Aires, tanto por la solidez de su capital como por el alto vuelo de sus actividades”, señalaba el artículo.
Añadía la nota que el fallecimiento de don Francisco Jaca, socio de inestimable valía por su inteligencia y conocimientos, obligaron a Tomás Bilbao, que estaba un tanto alejado de la actividad, a volver a ocupar la conducción.
Allá por los años 30, la firma contaba con sucursales en La Dulce y Quequén.
Figura destacada
Muchos años después asumía la dirección del establecimiento Carlos María Jaca. Había realizado sus estudios primarios en nuestra ciudad y los secundarios en la Capietal Federal, donde recibió el título de perito mercantil.
Ingresó a la administración de la empresa cuando esta todavía se denominaba Euskalduna.
Poco después llegó a la dirección de la empresa y dedicó la mayor parte de su vida a la actividad comercial.
Aunque no sólo en su rol dentro de la firma fundada por Bilbao, también se dedicó al acopio de cereales y a la producción agropecuaria.
Carlos María Jaca también fue socio fundador e integrante de la primera comisión directiva de la Cámara Comercial e Industrial de Necochea.
También formó parte del núcleo inicial del Centro de Acopiadores de Cereales Zona Puerto Quequén y presidió esa institución en dos oportunidades.
Cuando se promovió la formación del Rotary Club de Necochea, estuvo entre los primeros en apoyar la iniciativa y tuvo una participación activa como socio fundador.
Carlos Jaca falleció el 22 de febrero de 1977, a los 70 años.
El final
Muchos años más tarde, como todos los grandes almacenes de ramos generales de la ciudad, la Casa Jaca cerró sus puertas.
No obstante, su edificio se mantuvo durante años como un símbolo comercial de una época.
Antes de ser rematado, fue utilizado por los chicos del Colegio Pío XII.
Años después, el Juzgado Nacional de Primera Instancia en lo Comercial Nº 22, a cargo de la doctora Margarita Braga, disponía el remate del inmueble en el marco de la causa “La Uruguaya Argentina Cía. de Seguros s/disolución y liquidación s/incidente de realización de bienes”.
El edificio, fiel reflejo de un estilo arquitectónico de fines del siglo XIX, tenía 2.000 metros cuadrados, con 50 metros de frente sobre la calle 62 y o9tros 40 metros sobre la 63.
Incluía un amplio local de 28x24 metros, otros dos locales conectados internamente por arcadas, un depósito de 19x12 metros, un galpón de 32x6,50 metros, un patio de 490 metros cuadrados cubiertos y otras dependencias.
El remate se realizó en los primeros días de octubre de 2004 y la base de venta había sido estipulada en 300 mil pesos, al contado y mejor postor.
Finalmente, se realizó en la Oficina de Subastas Judiciales, en Teniente General Perón 1233, Buenos aires, y estuvo a cargo de los martilleros Adolfo Galante y Juan Carlos Bastiani. Fue subastada en 476 mil pesos.
Años después gran parte del edificio fue demolido y se creó allí una moderna galería comercial. Aunque, muchos necochenses, al ver el frente del actual paseo comercial, aún recordarán el viejo edificio inaugurado en 1894.
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