El 23 de noviembre de 1969 fallecía Isidoro Sallago, uno de los músicos más talentosos nacidos en nuestra ciudad. Antes de la aparición de la TV en el país, integró las orquestas de algunas de las radios más populares de la ciudad de Buenos Aires y cuando llegó la televisión se presentó en las primeras emisiones de Canal 7.
Había nacido en nuestra ciudad en 1911 y al finalizar la década del 20 formó un cuarteto típico, muchas veces orquesta, que también integraban sus hermanos Calixto, Zoilo y el popular "Perico".
La típica animaba bailes en clubes de la época, romerías y festejos de Carnaval, con gran éxito.
En 1929, el Club Independiente realizó un baile en el desaparecido Hotel "La Paz", ubicado en la ochava de calles 61 y 66. La velada contó con la presencia del prestigioso artista Agustín Magaldi, que había venido a Necochea a realizar un show junto a Pedro Noda en el Cine Teatro París.
Magaldi elogió la actuación de Sallago en aquella fiesta.
A la capital
En 1936, ya casado con María Giusto, inseparable compañera y colaboradora de toda su vida, marchó a Buenos Aires ampliando así su horizonte laboral y artístico.
Dio sus primeros pasos con exitosas presentaciones en Radio Cultura, Radio Argentina y otras emisoras de la Capital Federal.
Su paso por Radio El Mundo le dio la oportunidad de integrarse a los mejores conjuntos de la época.
Pero fue en Radio Belgrano donde alcanzo mayor notoriedad. Allí integró durante veinticinco años la orquesta estable de la emisora y acompañó a los decadados cantantes de esos años.
También fue parte de las primeras emisiones de Canal 7, el decano de la televisión argentina, ya que integró la gran orquesta que formara Mariano Mores.
Más o menos en 1961 volvió a Necochea, jubilado, para instalar el Conservatorio Musical Buenos Aires, con Juan Carlos Caviello y más tarde Orlando Dibelo, quien muy joven formó parte de la orquesta típica de José Basso.
En Casablanca
Los memoriosos aún recuerdan las veladas bailables de la famosa Boite Casablanca, perteneciente al Royal Hotel. Al principio aquel local se llamaba Aldea Tropical.
Don Jaime Yankelevich, propietario de Radio Belgrano, le concedió a Sallago un permiso especial para actuar algunas temporadas en Casablanca.
Fue un gran éxito. Sallago realizó cinco ciclos nunca olvidados.
Debutó en 1947, con Reynaldo Arias y Pedro de la Cuesta como cantantes. Secundaba a la típica de Sallago la jazz de John Calabry.
En 1948 no abrió el Royal Hotel, pero en 1949 volvió con un notable cuarteto, que integraban el propio Isidoro Sallago y Vicente Todaro, en bandoneón; Luis Minelli, piano; Manuel Requena, violín y Tomás Requena, contrabajo. Cantaba Oscar Díaz y luego volvió Pedro de la Cuesta.
En Jazz, actuaba Casablanca Serenaders, dirigida por A. De Luca.
El 13 de marzo de 1949, estrenó el tango "Necochea de mis sueños", con música propia y letra de Horacio Nicolella. Sallago llevó ese tango a Radio Belgrano.
En 1950 regresó con su orquesta típica y el cantor uruguayo Carlos Duval. Estrenó el "Vals de la Esperanza", también con letra de Nicolella.
Para 1951 Casablanca contaba con la orquesta de Dajos Bela y el saxo de Sam Liberman, mientras la parte típica seguía a cargo de Sallago, alternándose diversos cantores de Radio Belgrano.
Su cuarta temporada coincidió con el cierre definitivo de1 Royal Hotel en 1958. Ese año también se presentó en Casablanca Sergio Feidman.
El 24 de mayo de 1950 fue impreso el tango "Y se puso a lagrimear", también de Sallago y Nicolella, estrenado por Ciríaco Ortíz, el eximio bandoneonista cordobés.
Para el recuerdo
Virtuoso del bandoneón, profesor de calidad, Sallago también brilló como compositor. Son suyos los tangos “Primer Sueño”, “El Ponchito”, “Royal Hotel”, “De mármol” y los ya nombrados “Necochea de mis sueños”, “Vals de la Esperanza” y “Y se puso a lagrimear”.
También las milongas “Mala senda” y “Ciriaco Luna”, y la ranquera “En la Estancia San Martín”.
Isidoro Sallago falleció el 23 de noviembre de 1969, tras una corta dolencia. Siempre se lo recordará como uno de los más grandes músicos de nuestra ciudad.
Artículo publicado en el Suple Finde de Ecos Diarios
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