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Mientras Microsoft se preocupa por hacer a su navegador Edge compatible con extensiones, Google parece estar dando pasos en sentido contrario, ya que ha comenzado a quitar algunas funciones para volver a ser el navegador más liviano y veloz del mercado.
El año pasado Google decidió abandonar el centro de notificaciones en Windows, Mac y GNU/Linux y ahora ha anunciando el final del lanzador de aplicaciones, que permitían descargar extensiones y apps para personalizar el navegador.
Parece que Google se ha dado cuenta de que con la masificación del HTML5 y los sitios de diseño responsive, las extensiones y apps se utilizan cada vez menos, por lo que ha decidido volver a los orígenes, cuando el navegador se enorgullecía de brindarnos todo en una sola ventana.

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