Kenitra es una ciudad de 143 mil habitantes ubicada en el Norte de Marruecos, sobre el río Sebou. En esa ciudad vivía hasta el año pasado Mohamed Belcaid, un joven que dividía su tiempo entre su trabajo como guardia de seguridad de un banco, partidos de fútbol con amigos y el motocross.
Desde hacía un año Mohamed mantenía contacto diario con una chica necochense y poco a poco se fue enamorando de ella.
Fue así que el joven marroquí decidió dejar a su familia, su trabajo y el motocross para viajar a la Argentina, a conocer a Marina.
Hoy, Mohamed vive en Necochea y tiene un hijo con Marina: Ryan, de dos meses. Además, aquí Belcaid pudo finalmente dedicar tiempo a una de sus grandes pasiones: el fútbol.
“Allá no tenía tiempo para jugar fútbol, por mi trabajo”, explicó Mohamed, que habla en un buen español y por su nacionalidad es políglota, ya que en su país el árabe y el francés son los idiomas oficiales y en su caso también sabe inglés.
Aunque aquí ya no corre en moto. “Acá es todo nuevo”, dijo Mohamed, sonriendo.
Nueva familia y fútbol
“Conocí a mi esposa por Internet. Hablamos durante mucho tiempo. Durante un año por Facebook y Whatsapp”, dijo Mohamed. “Nunca pensé en venir a vivir acá, pero después de mucho tiempo, quise conocerla y viajé”.
Mohamed voló desde Marruecos a Brasil, país que también quería conocer. “Me interesaba la cultura y la gente”, explicó. Estaba particularmente interesado en visitar San Pablo. Desde allí tomó un ómnibus para viajar a la Argentina.
“Venía con la idea de jugar fútbol. Me gusta mucho el fútbol argentino”, dijo Mohamed, que como todos los fanáticos del deporte, adora a Messi.
“En Marruecos trabajaba y corría en motos. Incluso fui campeón de motocross”, dijo Belcaid.
Pero no tenía tiempo para jugar al fútbol a nivel competitivo, sólo algunos partidos con los amigos.
En Necochea Mohamed vive cerca del Club Huracán y trabaja en una verdulería, lo que le deja tiempo libre para jugar al fútbol.
Fue así que el año pasado decidió probar suerte y quiso jugar en la primera del globito, pero por una cuestión de ciudadanía no pudo hacerlo. Sin embargo, Pedro “Patora” Gutiérrez, que el año pasado dirigía Huracán y este año fue convocado para hacerse cargo de Deportivo La Dulce, lo llamó y le propuso jugar en el rojinegro.
“Yo no conocía La Dulce, pero el ‘profe’ Patora me llamó y me dijo que fuera con él”, explicó Mohamed.
“La Dulce me gusta. La gente es muy buena”, dijo Belcaid, que ya ha hecho algunos amigos en esa localidad.
Otros paisajes y más fútbol
Tal vez en julio Mohamed viaje a Marruecos con Marina y Ryan. En su país tiene a sus padres y tres hermanas.
Si bien extraña un poco, se mantiene en contacto con su país a través de Internet y también con algunos compatriotas que viven en la Argentina. “En Necochea viven dos marroquíes y tengo un amigo de mi ciudad en Salta”, señaló.
Por su religión (es musulmán), Mohamed viaja cada vez que puede a Buenos Aires, donde hay una mezquita.
Si bien por la religión en Marruecos la relación entre hombres y mujeres es muy diferente a la que existe en la Argentina entre ambos sexos, para Mohamed ha resultado relativamente fácil adaptarse a la vida aquí. En cuanto a la religión y las diferentes creencias, dice: “Hay un solo Dios”.
“Argentina es hermosa, me gusta”, dijo. Y señaló que lo que más le atrae de Necochea es su tranquilidad.
“Mi esposa me dice que vaya a Buenos Aires para probar en Boca o River”, dice sonriendo. Pero él parece feliz donde está y no ambiciona más que “jugar acá, en La Dulce”.
No obstante, está muy seguro de que su equipo puede hacer una buena campaña y aspirar al campeonato local. En lo personal aseguró que le “gusta ganar”.
“El fútbol acá es más fuerte y rápido”, dijo Mohamed, quien explicó que en su país se juego más lento y sin tanta fricción.
“La primera vez que jugué fue muy difícil, porque yo jugaba igual que allá y eso acá no sirve”, afirmó Mohamed, que juega de 9 y admira a Messi y Mascherano.
Artículo publicado en la sección Personas y Personajes de Ecos Diarios de Necochea
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