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La idea que tiene la gente de los museos de historia es la de salones donde se exponen fotografías antiguas, objetos cotidianos que pertenecieron a personalidad de épocas pasadas, vestimenta, armas… Sin embargo, en los últimos años las ideas y las nuevas tecnologías han comenzado a cambiar a estas instituciones dedicadas a coleccionar objetos y recuerdos del pasado.
Tal es el caso del Museo Histórico La Lobería Grande, que conserva gran cantidad de información sobre la historia de la región y que desde hace unos años ha salido a la calle, para interactuar con los vecinos de Lobería y las localidades vecinas.
La realización de un documental sobre la democracia, trabajos con alumnos de escuelas del distrito, entrevistas a antiguos vecinos, exposiciones de juguetes antiguos, reediciones de libros, muestras y una constante invitación a participar, hacen de esta institución un caso particular en nuestra región.
“Es un museo de puertas abiertas, que sale a la calle y busca responder a las necesidades de la comunidad”, dijo la museóloga Eliana Segovia, quien se encuentra al frente de la institución desde 2007.
El edificio del museo se ubica en la calle Lamadrid 15, a cuatro cuadras de la Plaza Mitre. “Tenemos tres salas. Es un museo pequeño, que alberga la rica historia de Lobería”, señaló Segovia.
En la sala 1 se pueden ver mapas comparativos de “La Lobería Grande” con la Lobería actual. También fotos de las pulperías de antiguas huellas de carretas, del Palacio Municipal y del acta de inauguración del mismo, y de chatas utilizadas para el transporte de cereal y otras actividades.
En otro sector hay una colección de armas de 1890 aproximadamente, donadas por dueños de estancias de Lobería; también cuenta con marcas de hacienda del partido y demás elementos.
En la sala 2 se exhiben trajes de época usados por señoras ilustres de aquel entonces. Además, instrumental quirúrgico inventado por el reconocido médico Pédro Curuchet, los planos de la maquina trilladora realizados por el Sr. Wagner, el primer armonio de la iglesia, los instrumentos musicales de la primer banda municipal del año 1920, utensilios de la vida cotidiana de los comienzos del siglo pasado.
Mientras que en la sala 3, se encuentra una reseña de cada una de las personalidades destacadas en distintos ámbitos: Domingo Berho escritor y payador su guitarra y sus versos; Ana Becker, quien hizo la travesía a caballo uniendo Buenos Aires con Ottawa, Canadá en 1950, contamos con notas periodísticas realizadas durante su viaje y el libro que describe su aventura; Gregorio Almada, historia de un empleado rural con todos sus trabajos artesanales.
En esta sala también hay maquinas de fotos de la primera casa de fotografías y vestimentas de los sacerdotes que han pasado por la parroquia Nuestra Señora del Carmen.

Un museo diferente
“Podemos hacer una muestra permanente que dure cinco o seis años, de acuerdo al presupuesto, pero el tema es generar actividades en las que la gente se interese y quiera participar y hacer historia con nosotros”, precisó Segovia.
“Y es una historia que va a quedar para las generaciones futuras. Es la historia de Lobería, la historia de todos”, dijo Segovia.
Eso ha llevado a impulsar distintas actividades que propician la participación de los vecinos.
“Con el impacto que tuvo el documental ‘Democracia y otras yerbas’, vimos que era una buena manera de comunicar la historia local de forma entretenida”, dijo Eliana, quien en la actualidad trabaja con Pablo Howard en otro documental sobre los monumentos de la localidad.
Pretenden presentarlo durante el Día Internacional de los Museos, cuyo lema este año es “Paisajes culturales”.
El documental es una recorrida por la historia de la ciudad a través de sus monumentos, bustos y edificios más representativos.
Meses atrás la presentación de “Democracia y otras yerbas” tuvo una importante respuesta de la población. Ese trabajo analizaba la historia política de la localidad a través de todos sus intendentes, desde la fundación.
También el año pasado, a partir de la participación del museo en el Congreso Internacional sobre Educación y Socialización del Patrimonio en el Medio Rural (SOPA), que se realizó en Benito Juárez, se desarrolló un trabajo con estudiantes de San Manuel.
Los chicos realizaron una visita a la Cueva de los Barrientos y confeccionaron un circuito histórico turístico sobre la localidad de San Manuel. El objetivo del trabajo, dijo Segovia, fue “comprometerlos con su identidad, con la historia del pueblo”.
De allí también surgió la reedición del libro “Los hermanos Barrientos”, de Eduardo Gutiérrez, que no se conseguía desde hacía años.

Trabajo incesante
“El museo se sostiene gracias al aporte municipal y cuenta con el apoyo incondicional de la Asociación Amigos del Museo, que preside la señora María García de Voirin”, dijo Segovia.
“La base de este museo fue una exposición de bienes patrimoniales vinculados a la historia de la comunidad que organizó un grupo de vecinos, encabezados por Gesué Noseda, allá en la década del 60”, explicó.
Esa muestra “terminó con la conformación del museo el 9 de septiembre de 1967, que comenzó a funcionar en lo que fue la Cámara Comercial e Industrial de Lobería”.
Noseda, también vinculado a la fundación del Museo de Ciencias Naturales, fue el motor del Museo Histórico La Lobería Grande junto a otros vecinos como Gregorio Babich, el señor Melillo y María García de Voirín.
En la década del 80 el museo tuvo que abandonar su lugar en la Cámara Comercial cuando esa institución se desintegró. Entonces, el grupo de amigos que había formado el museo debió llevarse las colecciones a su casa para que no quedaran a la deriva.
En 1982 el comisionado Salvador Mastropierro cedió en comodato la casona en la que todavía funciona el museo, que había sido adquirida tiempo antes para que funcionara Casa de la Cultura.
En 2007 el gobierno de Hugo Rodríguez dio impulso a una nueva política de recuperación de los museos que permitió realizar reparaciones en el edificio.
No obstante, desde entonces, y con el impulso de la museóloga Noelia Segovia, el museo comenzó un acercamiento a la gente.
Por estos días, Segovia trabaja con Pablo Howard en la realización del documental sobre los monumentos de la localidad, que se pretende presentar a mediados de mayo, junto a todo el material fotográfico y de interés recogido durante la investigación.

Artículo publicado en la sección GPS Ciudadano de Ecos Diarios de Necochea

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