Con la universalización del acceso a Internet, todo ha cambiado, incluso el trabajo. Leemos por allí que cada vez más personas han convertido a la nube en su oficina y que cada vez hay más cibertrabajadores.
Sin embargo, entre los cibernautas de a pie no está muy claro cómo se pueden beneficiar de esto y como dice el refrán, a río revuelto, ganancia de pescadores.
Con la promesa de ganar dinero fácil, muchas empresas han comenzado hacer fortunas con el desconocimiento de la gente. Prometen pagar a los cibernautas por ver publicidad, por completar entrevistas, por promocionar productos y hasta por jugar.
Lo que no explican es que lo que pagan por realizar estas tareas son centavos. Es cierto que las empresas reparten las ganancias con cada usuario, pero para ellas los ingresos se multiplican por miles de usuarios, lo que significa miles de dólares.
Antes de empezar a clickear desesperado en avisos publicitarios, el usuario debería calcular si realmente los centavos que puede llegar a ganar por día compensan el tiempo empleado.
Y se debe recordar, que a pesar de ser un medio digital, Internet sólo permite ganar dinero a quienes venden productos y servicios reales.
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