(Fuente: Microsoft News Center Latinoamerica).- Es momento de matar a la contraseña.
Esta reliquia de los inicios del cómputo ha sobrevivido por mucho tiempo su utilidad, y de cierta manera, su capacidad de mantener a raya a los criminales. Más de dos tercios de las personas utilizan la misma, y no siempre la más fuerte, contraseña a través de docenas de diferentes cuentas. Las contraseñas débiles y las identidades robadas son la fuente número 1 de pérdida de datos. Tan sólo en 2016, 81 por ciento de las más grandes brechas de datos pudieron ser rastreadas hacia la identidad comprometida de un individuo.
Las contraseñas robadas son un lugar tan común entre los criminales que ellos pueden comprar, de manera sencilla, mil nombres de usuario y contraseñas por menos de 20 dólares en la dark web – y pueden causar una buena cantidad de daño financiero por esa pequeña inversión.
El enfoque estándar para las contraseñas – cambiarlas de manera frecuente y asegurarse que contienen una combinación de mayúsculas, números y caracteres especiales – está basado en guías emitidas en 2003 por el Instituto Nacional de Estándares y Tecnología (NIST, por sus siglas en inglés).
Microsoft ve un mejor camino a seguir. A través de inteligencia, innovación y asociaciones, la empresa ayuda a impulsar un cambio más allá de las contraseñas que abarca toda la industria.
Microsoft comenzó un movimiento importante para eliminar las contraseñas con Windows Hello, presentado en Windows 10. Windows Hello está diseñado para trabajar en cualquier dispositivo Windows 10 con sensores biométricos para verificar su identidad basado en características físicas como el rostro o la huella digital.

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