La Mega causa Subzona 15 que se inició hace ya un año juzga crímenes de lesa humanidad cometidos en Mar del Plata y localidades aledañas, contra 272 personas. Muchos de ellos trabajadores y militantes sociales y políticos como Néstor Miguel Roldán que fue detenido y desaparecido en su vivienda de Miramar en mayo de 1977.
Los 43 imputados, fueron parte del Ejército, la Fuerza Aérea, la Armada, Prefectura y Policía. Entre ellos personal médico que se desempeñó en la jefatura del Departamento de Sanidad. De los 43, sólo 13 ya han sido condenados anteriormente. Los otros 30 no tienen condenas en causas de lesa humanidad.
Marcelo Roldán, hijo de Néstor Miguel Roldán, integrante del Centro de Profesionales por los Derechos Humanos (CeProDH) y feferente local del PTS – FIT, fue uno de los testigos que prestaron declaración en la jornada de este miércoles.
En su relato destacó que su padre fue un trabajador oriundo de Miramar, que tuvo que abandonar los estudios y radicarse en Mar del Plata para comenzar a trabajar. Fue delegado en frigoríficos Rico, trabajó en la industria del pescado y en la construcción. Fue parte de una generación que abrazó desde la juventud la idea de un cambio radical de la sociedad. Militando en su caso en la JTP.
En el año 1975 trabajó para la empresa constructora Dazeo que tenía a su cargo la remodelación de la Unidad Turística Chapadmalal. Allí fue parte de los trabajadores que se rebelaron contra los despidos, las malas condiciones de seguridad e higiene en el trabajo y que se negaban a aceptar la imposición de delegados por parte de la UOCRA. Consiguiendo la totalidad de las demandas mediante la lucha.
En mayo de 1977, fue secuestrado durante la madrugada en su domicilio de Miramar. Sobrevivientes del centro clandestino de detención de la Base Naval, comandado por Juan José Lombardo y Rafael Alberto Guiñazú, recuerdan haber oído su voz por última vez en dicho lugar.
Con suma entereza y emotividad, Marcelo Roldán dirigiéndose al tribunal reclamó "esta es una justicia que llega tarde, 42 años después. Mueren los sobrevivientes antes de ver a los verdugos en la cárcel y mueren los genocidas. Con la apertura de los archivos sabríamos quienes fueron cada uno de los milicos y civiles que impulsaron el genocidio, pero todos los gobiernos se han negado a hacerlo. Mantenemos la pelea porque fueron 30 mil y queremos que cada uno de los impulsores del golpe cívico, eclesiástico y militar, que hicieron un genocidio contra los trabajadores y los luchadores terminen en la cárcel".
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Fuente: Prensa PTS-FIT Mar del Plata
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