Seguimos con esta serie de breves artículos sobre Guayana francesa, un territorio francés en Sudamérica, a partir de una serie de televisión sobre buscadores de oro que fascina por sus paradisíacos paisajes.
Como señalamos anteriormente, al referirnos a la novela autobiográfica Papillón, Henri Charrière no fue el presidiario más famoso de la colonia presidiaria de Guayana.
Hubo muchos años antes un hombre que padeció en Guayana la injusticia y la prisión inhumana: Alfred Dreyfus.
En 1894 el capitán Dreyfus fue acusado de entregar documentación secreta a Alemania. Por tal caso fue acusado de alta traición, condenado a prisión perpetua y enviado a la colonia penal de la Isla del Diablo, ubicada a 11 kilómetros de la costa de Guayana.
El caso Dreyfus conmovió a Francia, ya que se convirtió en un símbolo del antisemitismo de una sociedad conservadora y nacionalista. Cuando Emile Zolá publicó el artículo periodístico “J’accuse” en 1898, provocó una crisis política sin precedentes en el país.
Finalmente, tras cuatro años de prisión en condiciones infrahumanas en Guayana, Dreyfus fue indultado.
En el siguiente post veremos como ese terrible penal francés, cerrado en 1951, se convirtió en un departamento de ultramar miembro de la Unión Europea.
Imagen: Wikimedia Commons
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