Burj Al Arab significa “Torre de los árabes” y se ha convertido en uno de los edificios hoteleros más icónicos del mundo. Fue construido sobre una isla artificial, a 280 metros de la playa de Jumeirah.
El edificio en forma de vela, de 321 metros de altura, fue diseñado por WS Atkins, una empresa multinacional británica de ingeniería, planificación, diseño arquitectónico, gestión de proyectos y servicios de consultoría.
La construcción del edificio Burj Al Arab comenzó en 1994, tres años antes de que el jeque Mohammed fundara la empresa de gestión hotelera Grupo Jumeirah.
Ubicado en la Jumeirah Beach Road, su forma está inspirada en la vela del spinnaker de un yate de la clase de J. Su localización se calculó con el objetivo de que su sombra no cubra la playa.
Las empresas contratistas emiratíes Al Habtoor Murray and Roberts y Arabtec llevaron adelante la monumental obra. El hotel no tiene habitaciones simples, cuenta con 202 suites dobles.
La más pequeña de las suites ocupa un área de 169 metros cuadrados, mientras que la más grande cubre un área de 780 metros cuadrados.
Hay entre estas suites, 142 habitaciones de lujo, 18 suites panorámicas, 4 suites club, 28 suites dobles, seis suites de tres camas, dos presidenciales y dos suites reales.
Todo es lujo en el Burj Al Arab, comenzando por el vestíbulo, que como explicamos en el post anterior, fue rediseñado por la diseñadora china Khuan Chew cuando el jeque Mohammed bin Rashid Al Maktoum visitó el hotel y descubrió que la entrada hotel no era tan imponente como él esperaba.
El vestíbulo se encuentra entre las paredes de un acuario artificial. Paredes revestidas de oro de 22 quilates, mármol y seda acentúan el lujo de este espacio que tiene más de 180 metros de altura y una fuente que lanza géiseres de 30 metros cada media hora.
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Imagen de Ronald Sagarino en Pixabay
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