Es cada vez más obvio que a Elon Musk nunca le interesó Twitter como red social, sino como negocio. Vio a la plataforma como una herramienta que creía podía convertir en app multiuso como la china WeChat y de esta manera manejar mensajería instantánea, pagos, geolocalización, etc.
Pero Twitter, como cualquier app, no debía su éxito sólo a la plataforma. Gran parte del éxito se debía a la comunidad.
Musk ha espantado a la comunidad de Twitter con sus actitudes. No sólo le cambió el nombre. También siguió adelante con sus ideas de convertir a X en WeChat sin importarle un ápice los usuarios.
Muchos de los usuarios huyeron hacia Mastodon sin mucho éxito. Otros a Bluesky. También están quienes comenzaron a utilizar los canales de Telegram Pero el problema en estos casos siempre es la comunidad.
No hay otra comunidad como la del viejo Twitter.
Mientras los gigantes de Internet se pelean furiosamente por mantener cautivos a sus usuarios, tal vez sería buena idea volver a los blogs personales y mantener el control total de nuestro contenido.
Indudablemente las redes sociales, sea X, Facebook, Instagram o Linkedin, buscan lo mismo, sumar usuarios para fortalecer sus plataformas.
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