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El intento de implementar una jornada laboral de cuatro días sin reducción salarial en la agencia francesa YZ resultó en el cierre de la empresa en menos de tres años.
Aunque inicialmente los empleados mostraron satisfacción, la falta de flexibilidad en los días libres afectó la relación con clientes y la competitividad.
La productividad también sufrió, y surgieron conflictos internos.
Finalmente, los problemas acumulados, sumados al impacto de la pandemia, llevaron a la quiebra en 2023. Este caso destaca la importancia de una planificación detallada al adoptar nuevos modelos laborales.
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