El jueves pasado escribí sobre mis lecturas y los libros y publicaciones que recibo cotidianamente. Entonces comenté que el dibujante y escritor Bruno Roeschlin me había hecho llegar su libro "Luna en Cáncer".
El cordobés vive desde hace años en nuestra ciudad. También desde hace años es el caricaturista y retratista de la feria de los artesanos de la Plaza San Martín.
Pero además de dibujar, Bruno escribe. Es una costumbre y una necesidad que se remonta a otras épocas, pero que comenzó a convertirse en rutina en nuestra ciudad, mientras construía su nueva casa en el bosque.
Durante varios años concurrió al taller de la poeta María Cristina Teixans, quien afiló su estilo. Así su poesía y su prosa plantaron los cimientos en el trabajo cotidiano.
De esos trabajos, surgieron los textos de "Luna en Cáncer", el libro de Roeschlin editado por Fondo de Cultura de Necochea a fines del año pasado.
Construido con paciencia, el libro debería llevar en realidad el título "La casa", pero por diversas razones Bruno optó por una denominación astrológica, ya que el estudio de la incidencia de los astros sobre el hombre es otra de sus pasiones.
No obstante, el libro habla de la construcción de la casa, de sus ámbitos, del jardín y sus alrededores. El poeta recurre a la rudeza de los elementos de albañilería, a la sutileza de la naturaleza del paisaje, al desgaste del tiempo, al desgarro interior, la soledad.
Y planta una poesía sólida, capaz de soportar los vientos recios de cualquier crítica. Porque el resultado es un libro excelente.
Es el quinto volumen editado por Focun. El primero fue "Trenzando Espejos", de Angélica Baglivo Rodríguez, directora del proyecto. Luego vinieron: "Revelar-Rebelar/se" de Gerardo Peña, "Elogio de la gordura" de Juan Santilli y "Nunca cruces el Río Quequén en góndola veneciana" de Raúl Duarte.
El libro de Roeschlin, cargado de dedicaciones a sus innumerables amigos, fue ilustrado por Patricia Stéfano con una imagen tan sutil como contundente.
Pero en esto días Bruno se ha alejado un poco de la poesía y comenzará a dictar un taller de "Teoría y práctica del cuento" en la librería de calle 64 casi 63. Allí, como un maestro masón, enseñará a sus aprendices a construir un texto desde los cimientos.
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