"Todavía hay padres que dicen: yo hago con el chico lo que quiero, porque es mi hijo", afirmó María del Carmen Canales, presidenta de la asociación civil Yipuy. "No parecen entender que el chico 'tiene derecho a' y el padre 'tiene la obligación de' proveerle lo que necesita".
Esa realidad fue lo que impulsó a un grupo de mujeres, la mayoría de ellas docentes y con trayectoria en otras entidades relacionadas con la minoridad, a formar la asociación cuyo nombre en lengua pampa significa "crecer".
"No somos una institución de beneficencia ni asistencia, somos una institución de gestión y de promoción humana", explicó Elisabet Rumbo, secretaria de la entidad.
Yipuy impulsa en la actualidad cinco proyectos orientados al desarrollo de las potencialidades y la integración social de niños y adolescentes en nuestra ciudad.
El programa "Mejor temprano" está dirigido a niños de hasta 3 años y sus familias, mientras que "Jugar es un derecho" está destinado a chicos y adolescentes.
La entidad también trabaja con madres adolescentes mediante las iniciativas "Encinta y en forma" y "Ser mamá". Además, Yipuy se integró a la "Red en marcha", que trabaja en la Escuela Nº 9.
En todos estos proyectos cuenta con el apoyo de organismos provinciales y nacionales, escuelas e incluso empresas privadas. "Muchas veces lo que nosotros hacemos es instalar un tema y comenzar a trabajar en él, y luego buscar el apoyo de las instituciones que puedan solventarlo", dijo Canales.
Por esta razón, muchos de los iniciativas de la entidad son financiadas en la actualidad por el Estado, que aporta los recursos humanos para llevarlas adelante.
En juego
"Creemos que tenemos una mirada diferente sobre los niños", afirmó Elisabet Rumbo. Las doce mujeres que integran la comisión directiva de la entidad se unieron hace dos años cuando descubrieron que tenían un punto de vista similar sobre la problemática infantil y que no existía ninguna entidad abocada a este trabajo en la ciudad.
María del Carmen Canales trabajaba en otra institución con el proyecto "Mejor temprano", que se convirtió en la primera de las iniciativas a las que se volcó Yipuy.
Este proyecto tiene como objetivo promover formas de crianza que favorezcan el desarrollo integral del niño. Para ello trabajan en la capacitación de los padres, mediante gacetillas y folletería, e impulsan el desarrollo de los chicos mediante el juego.
Este programa se desarrolla en centros de atención primaria de salud de nuestra ciudad y cuenta con el apollo de la Secretaría de Salud y la Dirección de Desarrollo Social.
Se pretende "instalar el concepto de prevención", dijo Canales. "Si trabajamos con las ludotecas es porque el juego es un derecho que tiene el chico".
"Es una experiencia que les da la posibilidad de desarrollar todas sus capacidades, de gozar de su tiempo libre, jugar con su imaginación, desarrollar todo su potencial intelectual, aprender a socializarse, respetar reglas. Ofrece muchas posibilidades, pero cuesta que la sociedad y que el adulto le de el lugar que corresponde", señaló.
"Es muy gráfico como se los guarda para darse cuenta del valor que se les da a los juguetes: se amontonan y se tiran al canasto", agregó Canales.
"Pero un chico que juega tiene más posibilidades de tener una mejor salud física, emocional y social", afirmó.
Además del proyecto "Mejor temprano", Yipuy cuenta con otro proyecto: "Jugar es un derecho", en el que también se emplea el luego parao favorecer el desarrollo de las potencialidades y la integración social de adolescentes y adultos.
Para ello cuenta con una ludoteca itinerante, que se moviliza en la pequeña camioneta de la entidad. La Fiorino carga una gran cantidad de juegos: reglados, libres, creativos, dramatizaciones, libros, etc.
La ludoteca funciona en el comedor de los barrios Sur y San Martín, también ha estado presente en el Festival Infantil y recorrico escuelas rurales.
El proyecto cuenta con el apoyo de la Dirección de Desarrollo Social y la Dirección de Cultura de la Municipalidad, además de la Escuela Nº 9 y otros organismos.
Mamás adolescentes
Hace un tiempo, la actual vicepresidenta de Yipuy, María Laura Zabala, comenzó a preocuparse, desde su espacio de trabajo, como profesora de Educación Física, por la realidad que les tocaba vivir a las adolescentes embarazadas que concurrían a la escuela en la que daba clases.
Según los estatutos, estas chicas están exceptuadas de realizar ejercicio físico. Sin embargo, Zabala se propuso emplear mejor el tiempo de estas estudiantes, que deben realizar trabajos prácticos para aprobar la materia.
Así surgió el proyecto "Encinta y en forma", desarrollado en el Centro de Educación Física Nº 76 de Quequén con el apoyo de Inspección de Educación Física.
"No es solamente un plan de ejercicio físico para embarazadas. Es un programa donde la chica es preparada física y psíquicamente para el parto", explicó Rumbo.
Se trata de encuentros semanales teórico-prácticos en los que las chicas realizan ejercicios físicos con el objetivo de adaptarse a su nueva postura, controlar la respiración y adecuarla a los diferentes momentos del parto.
También adquieren conocimiento sobre el embarazo, el parto, puerperio, puericultura y lactancia.
Muchas de las adolescentes dejan sus estudios al quedar embarazadas, pero la intención de Yipuy es que completen el Polimodal a fin de que puedan asegurarse un futuro para ellas y sus hijos. "La idea es acompañarlas para que puedan elaborar un proyecto de vida", señaló Canales.
Por esta razón, el proyecto no sólo contempla el embarazo, también acompaña a la madre hasta el primer año de vida del bebé.
Y luego se incorpora a las jóvenes madres a otro programa impulsado por Yipuy: "Ser mamá".
Lo que se busca en este segundo paso, es que las adolescentes sean capaces de construir un vínculo positivo con sus hijos, comprendan la importancia de los cuidados de la edad temprana y conozcan las posibilidades y necesidades de sus bebés.
Para ello se realizan encuentros semanales en el salón parroquial de la Iglesia Nuestra Señora del Carmen donde las madres desarrollan distintas actividades prácticas: preparación de comidas sencillas y confección de juguetes y de ropa para el bebé.
En este caso, Yipuy cuenta con el apoyo de la parroquia y Centros de Adultos y Formación Profesional para capacitar a las jóvenes madres.
De redes y coros
Además de estos proyectos, Yipuy también trabaja en el proyecto "Red en Marcha", que se desarrolla en la Escuela Nº 9 y que incluye varias experiencias recreativas, culturales y sociales.
Las integrantes de la asociación comenzaron por dialogar con los chicos para conocer sus necesidades y se dieron cuenta de que si bien tenían mucho contacto con el mar y el río, no sabían nadar.
Fue así como, mediante convenios con el CEF de Quequén, la Companía de Transportes Nueva Pompeya y el Sindicato de Luz y Fuerza, los chicos de la escuela pudieron tomar clases de natación durante dos temporadas.
"Creo que en ese tipo de emprendimento fuimos pioneras, porque en la actualidad el Municipio impulsa actividades similares, pero hasta entonces no se había hecho", dijo Rumbo.
Por otra parte, mediante este proyecto se creó el Coro Yipuy, formado por adolescentes del barrio de la escuela. "Resultó una herramienta increíble con respecto a la sociabilización de los chicos. Porque a algunos no había forma de hacerles bajar la cuellera", señaló Rumbo.
"Los chicos venían con la cuellera y un gorro y la única manera de hacérselos sacar fue cantando", explicó.
Este proyecto, que en la actualidad es financiado mediante el programa Patios Abiertos, fue desarrollado por el profesor Eduardo Liboreiro y su esposa Claudia Bruno.
"Aunque de Yipuy sólo le queda el nombre, tenemos la satisfacción de que se pudo llevar adelante", dijo Canales.
La entidad también ha gestionado becas, boletos estudiantiles, conseguido máquinas de coser y materiales para la confección de ropa, útiles escolares, juguetes, material ortopédico y otros elementos para el desarrollo de los proyectos. Esto es posible debido a los subsidios que recibe la entidad, entre ellos uno de la provincia de Módena, Italia, y a las cuotas que pagan los socios.
El desarrollo infantil, el embarazo adolescente, la marginación de los niños y jóvenes, son temas sensibles por los que más de una vez la gente siente deseos de hacer algo y no sabe como canalizarlo. "Creemos que Yipuy puede ser el ámbito y el canal, por lo que le proponemos sumarse a nuestra tarea", dijeron Canales y Rumbo.
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