Carlos López Terra, el payador

"La vida nuestra es pura anécdota", dijo Carlos López Terra, con ese modo de decir tan suyo, que lo llevó a convertirse en uno de los payadores más conocidos del continente y a recorrer más de 20 países de Europa, América latina y Medio Oriente.
Aunque es más necochense que muchos de los habitantes de nuestra ciudad, López Terra en realidad es nativo de Uruguay. Nació en un pueblo que se llama Lascano, en el Departamento de Rocha y creció en otra pequeña población: José Batlle y Ordoñez, en Lavalleja.
"Soy un paisano bien de campo", señaló el payador. En aquel pequeño pueblo hizo sus estudios primarios y comenzó a estudiar guitarra a los ocho años.
Las costumbres camperas fueron marcando sus gustos musicales. "Conocí a Atahualpa Yupanqui y acompañé a muchos folcloristas", explicó.
A los 18 años, debutó como profesional en una radio montevideana. Y comenzó a recorrer el mundo llevando como única compañera a su guitarra.
"Estuve en Francia, Italia, España, Egipto, Israel... hasta anduve en el Desierto del Sinaí", explicó. "Y en América me faltó tocar en Estados Unidos y Canadá".

Música para el alma
Carlos López Terra nació el 21 de enero de 1936. El mismo día y a la misma hora que Coco Díaz y Carlitos Santamaría. "Yo digo que somos trillizos. En realidad somos más que hermanos. Yo no creía en los signos, pero somos iguales", afirmó el payador, que se encuentra "casi retirado".
Por problemas de salud, perdió sensibilidad en una de las manos y prácticamente dejó de tocar la guitarra. Pero de a poco ha ido recuperándose y ya ha vuelto a los escenarios.
"Estoy payando y contentísimo, porque yo no esperaba recuperarme", señaló Carlos, que se ha mudado a una casa cercana al centro de la ciudad.
Este hombre que no recuerda la cantidad de discos que grabó en toda su carrera, mantiene el acento campero y el trato cordial de los hombres de las zonas rurales.
Pese a que ha vivido en Necochea la mayor parte de su vida. Llegó hace 43 años a conocer a los padres de su esposa María y quedó deslumbrado por la ciudad.
Aunque había conocido los más diversos paisajes y era un músico reconocido, prefirió quedarse aquí, aunque esa decisión lo llevó a realizar diversos empleos que poco tenían que ver con la guitarra.
"Esta ciudad me trató muy bien. Me dio trabajo, me permitió hacer muchas amistades", comentó. "La única vez que extrañé un lugar fue cuando me tuve que ir de Necochea. Debí volver a Uruguay, porque mi madre estaba solita y era muy vieja".
Aquí también conoció a Coco Lanza, Ochionnero, Horacio Díaz y otros músicos con los que trabó una gran amistad.

Tierra adentro
López Terra cumplió 25 años durante el que sería el primer festival folclórico de Cosquín. "Todavía no se hacía en la Plaza Próspero Molina", recordó.
El reconocimiento lo llevó a grabar discos con los más conocidos cantores de su época: Argentino Luna, Antonio Tormo, Del Cerro y hasta Roberto Goyeneche.
"Solamente con Argentino Luna grabé 16 long plays", afirmó. Sin embargo, el número de grabaciones realizadas durante su trayectoria es muy difícil de precisar. Como es imposible que recuerde las ciudades en las que se ha presentado.
"Es más fácil decir lo que no he hecho", manifestó López Terra, que guarda decenas de recortes de diarios y revistas, así como fotos con otros payadores, de sus presentaciones en programas de televisión y las cientos de jineteadas.
"Era amigo de Pappo y tocábamos juntos la guitarra", dijo el payador, que también recibió innumerables reconocimientos, aunque hay uno que recuerda especialmente.
"Estábamos en City Bell y un guitarrista al que yo admiraba muchísimo, Francisco Chamorro, me dijo: preciso una gauchada", recordó. "Me dijo: cuando subas al escenario, no lleves la guitarra. Yo te la voy a alcanzar. Y yo le pregunte si tenía que decir algo. Me dijo que nada. Así que quise saber qué significaba eso".
Y Chamorro lo sorprendió con una respuesta inesperada: "Significa que yo siempre te quise alcanzar la guitarra porque sos el guitarrista que más admiro y lo quiero hacer".
"Me han hecho muchos homenajes, pero para mí ese es el más significativo", precisó López Terra, que a los 71 años mantiene la voz firme y la rima a flor de labios.