Hace dos años, durante una de sus visitas a su querida Necochea, Norah von Bassenheim comentaba que estaba escribiendo un libro sobre el desarrollo y la divulgación de la música clásica en Buenos Aires.
Aquellos escritos dieron origen, a fines de 2005, a dos libros que publicó por su cuenta: "Síntesis histórica de la Música en la Argentina. Siglos XVI, XVII, XVIII, XIX y XX" y "Síntesis Histórica de la Música en la Argentina. Músicos en las Provincias".
Y en octubre de 2006, esos dos pequeños volúmenes se fusionaron en uno mayor,publicado por Acervo Editora Argentina.

La música de Norah
La condesa Norah Walbott Von Bassenheim tiene 84 años y dedicó la mayor parte de su vida a la química. Como profesora de esa materia, consiguió trabajo en una curtiembre, lo que le permitió más tarde seguir sus estudios en el Instituto de Investigaciones Microquímicas de Rosario.
Sus investigaciones se presentaron en congresos internacionales de Europa y América latina y su libro "Semimicroanálisis aplicado a la industria del cuero", es considerado una "biblia" de la especialidad en México.
A mediados de los 60 debió dejar el laboratorio y se dedicó a la docencia y llegó a inspectora.
Fue tras su retiro, a principios de los 80, que Norah comenzó a interesarse por otros temas, en especial la historia de los barrios de la ciudad de Buenos Aires.
De investigación en investigación, siempre con espíritu curioso, se propuso escribir sobre la fundación del Conservatorio Nacional de Música, una institución muy vinculada a su vida. Su abuela, su tía y su madre fueron concertistas muy reconocidas en el ambiente.
De allí a comenzar a estudiar los orígenes de la música en nuestro país, hubo un paso.
Según explica al principio de su investigación, la música y el baile ya existían en tierras americanas "a la llegada de los europeos".
"Hay varios autores que describen que el baile y la música no sólo eran utilizados en la guerra y los festejos, sino también en ritos religiosos y funerarios".
En los primeros cruces entre ambas culturas, los europeos descubren la música nativa. "La expedición de Hernando o Fernando de Magallanes arriba a San Julián en 1520. Con él llega Francisco Antonio Pigafetta, quien describe que sus habitantes le hicieron mediante el canto y la música 'un gran recibimiento'".

Registro sonoro
Norah siempre fue una enamorada de Necochea. Tanto la atraía, que su esposo Rafael Ernesto Longo, conociendo la debilidad de su mujer por las playas necochenses y deseando que ella dejara la docencia, le hizo una propuesta irresistible: si dejaba de trabajar, le regalaría un departamento en Necochea.
Y esta mujer de raíces alemanas nobles, eligió Necochea, pero no el retiro. Es una convencida de que si no se le da tarea al cerebro, se embrutece.
Así que ella se dedicó con todo su rigor científico a las investigaciones de los temas que más le interesaban, como la música, tan familiar a través de su abuela Amalia Agostini de Romaro, su madre Iris Romaro de von Bassenheim y su hermana Isabel von Bassenheim.
Norah inicia su extensa investigación sobre la música en el Río de la Plata con la crónica de la llegada de los españoles a estas tierras y luego continúa con la obra de los jesuitas, desarrollada con el acompañamiento de las coros de aborígenes.
Según la autora, "el objetivo de esta síntesis es divulgar, en forma didáctica, quienes fueron y son los que se ocuparon de la trilogía, difícil de separar: música, danza y teatro. Las tres juntas o por separado tienen un efecto análogo en el ser humano".

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