Entrevista a Marino Santa María

El concepto de obra pictórica que tiene la mayoría de la gente, rara vez excede las dimensiones de una tela. Tampoco resulta fácil imaginar a la pintura como parte de la vida cotidiana, fuera de los ámbitos académicos y culturales acostumbrados.
Sin embargo, algunas obras exceden las dimensiones de un cuadro e incluso de la sala de una sala de exposiciones o un museo. Es el caso de la pintura de Marino Santa María, un artista plástico que en los últimos días expuso en nuestra ciudad.
Fue invitado por el pintor Pepe Achem, quien tiene a su cargo la organización de las muestras que se realizan en el Hotel Marino, en la Villa balnearia.
"Parece que el hotel fuera mío", bromeó el pintor respecto a la similitud entre su nombre y el del tradicional establecimiento de 79 y 4.
Santa María aprovechó el viaje para tomar un pequeño descanso junto a su familia y también para conocer a nuevos valores locales. Así se vinculó con el Grupo Estación y vendrá durante todo el año a Necochea para apreciar los progresos de los integrantes de este nucleamiento.

Monumental
Pocas obras de arte, como las de Marino, tienen el privilegio de haber sido declaradas de Interés Cultural por la Legislatura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y por la Unesco.
La calle Lanín, ha dejado de ser una callecita más de su querido barrio de Barracas, para convertirse, en una de sus coloridas pinturas.
Porque este artista perteneciente a la denominada "Generación del '80" hizo realidad el sueño de convertirse en profeta en su propia tierra.
No debió viajar a Europa para conseguir su fama. El reconocimiento le vino a partir de pintar su barrio, las paredes de las casas de tres cuadras de la calle Lanín.
El "Proyecto Calle Lanín" fue distinguido con el Premio Mención Especial al Paisajismo otorgado por Casa FOA y el Premio a las Artes Visuales 2005 otorgado por la Asociación Argentina de Críticos de Arte.
Pero la mayor satisfacción de Marino es que los habitantes del barrio se sientan hoy parte de esta obra monumental y que se comprometan a cuidarla como propia. "No hay un solo grafiti", señaló.

Guernica porteña

Marino Santa María nació en 1949 en la cudad de Buenos Aires y creó el taller de actividades plásticas "Carlos Della Penna" en 1974. En 1976 egresó de la Escuela Nacional de Bellas Artes "Prilidiano Pueyrredón". En tanto, realizó numerosos muestras individuales y colectivas en nuestro país y en el exterior.
En 1992 fue designado rector de la "Prilidiano Pueyrredón", puesto que desempeñó hasta 1998.
Santa María pertenece a la denominada Generación de los 80 de Buenos Aires. "El último grupo dedicado a la pintura de caballete", según el propio artista.
A partir de la desintegración de aquel grupo, explicó, "cada uno tomó distintos rumbos" y él se interesó en las intervenciones urbanas.
La primera y que le dio renombre fue la calle Lanín. "Fue mi Guernica", afirmó el pintor.

Otras dimensiones
A partir de una intervención urbana en el Abasto, surgió otra imagen que hoy se ha convertido en un ícono de Buenos Aires y una firma personal de Santa María: el Gardel pop que ilustra fachadas de edificios de la calle Zelaya.
Después de estas experiencias, siguió pintando, pero el arte monumental tiene otras exigencias para él como artista. Ya no empuña el pincel, pero dirige un pequeño grupo de pintores que hacen realidad sus proyectos.
También requiere del apoyo de empresas como la fábrica de mosaicos venecianos Murvi y de pegamento Weber, quienes financian los materiales que utiliza en sus colosales obras.
"Quiero hacer un Gardel en cada barrio", afirmó el pintor, que con sus obras se ha transformado en parte del paisaje de Buenos Aires, como las fotos del Zorzal criollo presentes en cada casa.

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