Se referirá a la relación de estos dos personajes, desde diversas ópticas: sus memorias, lo que dicen los historiadores y cómo se transformaron, de hacedores de literatura, en personajes de ficción.
Leerá los poemas de Tagore dedicados a Victoria, inéditos en español, y piezas de la correspondencia que mantuvieron entre ellos.
Victoria y Tagore tuvieron una relación especial, del tipo que los franceses llaman amité amoureuse; cuando se conocieron, él tenía 63 años y ella 34.
Durante los 2 meses que Tagore pasó en San Isidro, reponiéndose de una gripe y como huésped de Ocampo, volvió a escribir poesía (los poemas argentinos se publicaron en el libro Purabi, dedicado a Victoria) e incursionó en la pintura.
Puede decirse que ese encuentro cambió las vidas de ambos. Luego se encontraron en París, en 1930, donde ella organizó la primera exposición de pinturas de Rabindranath, y ya no volvieron a verse. Sin embargo, la nostalgia de los días pasados en San Isidro acompañó a Tagore hasta el final; y Victoria nunca dejó de reconocer que esa amistad fue lo más importante que le pasó en su vida.
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