En la actualidad se recuerda a Cipriano Reyes como el fundador del Partido Laborista y por su papel decisivo en el nacimiento del peronismo y en la movilización obrera del 17 de octubre de 1945. Sin embargo, muy pocos relacionan su nombre con nuestra ciudad.
En febrero de 1982, en una viaje que hizo a Necochea, fue entrevistado por Ecos Diarios y recordó su relación con el puerto local y el nacimiento, precisamente aquí, de su compromiso con la lucha por los derechos de los trabajadores.
“Llegué a Necochea como un inmigrante más, en los años 30, aproximadamente. Me relacioné con la gente del puerto, en épocas duras. Conocí gente que llegaba a Necochea desde distintos puntos del país y fuimos organizando entre todos un movimiento que nos representara”, recordó Reyes. “La cosa fue tomando fuerza y organizamos, en busca de mayor respeto al sector obrero, un gran paro, en época de plena cosecha, cuando había cerca de 1.000 camiones esperando para descargar”.
“Fueron épocas difíciles y prácticamente puedo afirmar que aquí en Necochea, donde viví un tiempo, comenzó a gestarse mi lucha”, dijo. “Además, recuerdo que ya comenzaba mi inclinación por la escritura y colaboraba con Ecos Diarios en alguna de sus publicaciones”.

El movimiento
Cipriano Reyes nació el 7 de agosto de 1906. A los 14 años se mudó a Zárate con sus padres y trabajó en el frigorífico Armour, donde, en 1923, participó de la creación del primer sindicato de la carne del país.
En 1943 Reyes fue uno de los gremialistas que integró la alianza que un sector del movimiento obrero realizó con un grupo de jóvenes militares que estaba encabezado por el coronel Juan Domingo Perón, que se había hecho fuerte en la Secretaría de Trabajo.
Cipriano Reyes tuvo un rol fundamental en la movilización del 17 de octubre de 1945, que permitió la liberación de Perón, detenido tras un golpe militar.
Luego de aquella movilización que cambió la historia del país, Reyes formó junto a otros sindicalistas el Partido Laborista de la Argentina.
El nuevo partido político tenía como objetivo apoyar la candidatura de Perón para las elecciones del 24 de febrero de 1946.
En ese proceso eleccionario el impulso del laborismo fue fundamental para el triunfo de Perón y el propio Cipriano Reyes fue elegido diputado nacional por la provincia de Buenos Aires.
“Perón fue candidato y después presidente porque lo llevamos nosotros a ese lugar”, explicó Reyes a Ecos Diarios en 1982.
“Resulta que una vez electo a la presidencia, comienza Perón un plan tranquilo y despacioso que fue el de suplantar lentamente a la gente nuestra, la que lo había llevado al poder, por la de él, hasta destrozar todo nuestro movimiento obrero”, se lamentó.
Desde entonces los laboralistas fueron perseguidos. “Nos corren de todos lados, nos persiguen con la policía detrás, y entre el movimiento obrero surgen muchos traidores”, agrega. “En ese aspecto tuve muchos desengaños”.

El escritor
Luego del triunfo, Perón decidió fusionar todos los partidos que lo apoyaban en un sólo movimiento que se llamó, primero, Partido Peronista y luego Partido Justicialista. También fortaleció a la CGT para que de esta confederación dependieran todos los gremios. Reyes se resistió a esta medida y eso lo convirtió en un opositor.
En 1946 sufrió un atentado a la salida de su casa y en 1948 lo acusaron de organizar un complot contra Perón y Eva Duarte, por lo que fue encarcelado y, según el propio Reyes, torturado.
En 1955, con la Revolución Libertadora, Reyes fue excarcelado y reorganizó en 1957 el Partido Laborista.
Para 1982, cuando visitó Necochea, Cipriano Reyes parecía haber encontrado la tranquilidad interior y estaba dedicado casi exclusivamente a escribir. Publicó cuatro libros: “¿Qué es el laborismo?: Exposición de las ideas que forman la base ideológica”, “Mi sermón de la llanura”, “Yo hice el 17 de octubre” y “La farsa del peronismo”.
“Tomé un tiempo prudencial que me sirvió para mejorar mi vida en todo aspecto, mi situación espiritual y anímica y, precisamente, esa experiencia de tantos años me ha otorgado la gran capacidad de pulir ciertas cosas, por eso en estos momentos me siento muy bien, soy una persona querida y respetada por los distintos sectores del país”, manifestaba Reyes.
El sindicalista falleció el 1º de agosto de 2001, pero aún es considerado un personaje central de la historia reciente en nuestro país. En aquella nota publicada en Ecos Diarios en febrero de 1982 reflexionaba sobre la realidad del país. A pesar de que han pasado 30 años, sus palabras siguen vigentes: “Aquí el gran problema es no poder lograr unificar las dos fuerzas de equilibrio, me refiero al capital y el trabajo. Hasta que no se pueda equilibrar esto, viviremos distanciados, y esto es grave, y muy difícil de solucionar”.

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