Los dibujantes Caloi y Carlos Nine junto con María Verónica Ramírez, Pablo y Florencia Faivre, Pablo Rodríguez Jáuregui, Mario Rulloni y Juan Pablo Zaramella son los responsables de "Anima Buenos Aires", una película colectiva de animación que visita la ciudad desde distintas miradas y que desde el jueves se puede ver en salas comerciales.
Elaborado en cuatro historias diferentes y con la presentación y ligazón entre capítulos a través de unos sténciles animados de Mario Rulloni y Juan Pablo Zaramella, el filme cuenta con música de Rodolfo Mederos y Gustavo Mozzi para terminar de materializar lo que fue un largo proceso, soñado durante años por Caloi y su compañera María Verónica Ramírez, que asume la producción ejecutiva y la dirección de la película.
"Es una película en la que un grupo de grandes artistas se pone a hablar de nuestras cosas, mostrando una Buenos Aires propia y colectiva con una impronta muy original, muy honesta y hecha desde el alma", contó a Télam Ramírez, motor de todo este proyecto que se imaginó en un verano en Villa Gesell en 1993 y que comenzó a tomar cuerpo cinco años atrás.
Con un sello muy original y porteño, que en casos como los de Nine y Caloi condensa la alianza entre el cine de animación y la tradición del dibujo gráfico en la Argentina, Ramírez sostiene que una de las virtudes de la película es que "no necesitamos apelar a estructuras, conceptos ni fórmulas que no nos pertenecen sino que pudimos construir todo esto desde nuestra historia y nuestra creatividad".
Al modo de filmes como "Historias de Nueva York" pero en versión animada, esta película describe una ciudad a partir de cuatro capítulos y cuatro visiones: "Mi Buenos Aires herido", de Caloi y Ramírez, elaborado sobre páginas del libro "Mi Buenos Aires querido", del inventor de Clemente; "Meado por los perros", de Pablo y Florencia Faivre; "Bu-Bu", de Nine; y "Claustrópolis", de Rodríguez Jáuregui.
Además, Zaramella y Rulloni realizan un bello recorrido en stencil de una pareja de bailarines por distintas calles y paredes de la ciudad, dando inicio a la película y como intermedio que liga las distintas historias.
"Si algo nos interesó en este proyecto -cuenta Ramírez- fue convocar a gente muy talentosa y muy conocedora de lo suyo pero que también pudiera contar una buena historia, no quisimos que el preciosimismo estético se llevara puesto todo sino que hubiera algo para decir, transmitir y compartir".
"Creo que la gente -agrega- se puede reconocer con lo que está viendo, creo que cualquier argentino puede vincular lo que sucede como propio y ver su casa, su barrio y sus habitantes porque la película trata de una Buenos Aires arquetípica, pensada como una caja de resonancia de otras ciudades y otros barrios del país".
Respecto de la música, donde se convocó a Mederos y Mozzi y se recurrió también a determinadas piezas clásicas del tango, Ramírez aclaró que "por un lado queríamos trabajar con el tango porque es el lenguaje musical de la ciudad pero, por otra, nunca quisimos que funcionara como algo decorativo sino que estuviera vinculado a un mensaje cultural, que fuera reflejo de nuestra mixtura y de nuestra historia".
Invitada para julio próximo para tomar parte del Festival de Animación de Anency, el más prestigioso a nivel mundial, y a otras muestras de Alemania, Estados Unidos y otros países, "Anima Buenos Aires" comenzó este jueves a recorrer el territorio del público argentino, el más cercano y afectivamente vinculado con las historias y personajes del filme. (Télam)

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