(Por Jorge Boccanera, Télam).- Detectives, gauchos bravíos, invasiones extraterrestres sobre Buenos Aires y siempre la aventura empuñada por populares personajes de historieta, pueblan las páginas del libro "Evocando Viñetas" en el que el escritor Germán Cáceres recoge notas críticas y entrevistas.
Editado por el sello de la revista patagónica "La Duendes", el libro recorre la labor de maestros como Breccia, Solano López, Oski, Pratt y Word, a la vez que rescata los nombres un tanto olvidados de Jesús Balbi, Carlos Alberto Magallanes, Juan Zanotto, Gustavo Trigo, Enrique Rapela y Eugenio Zoppi, entre otros.
Por el libro cruzan imágenes y relatos de una Buenos Aires- "en ruinas e invadida por la jungla" en "Bárbara" (guión de Ricardo Barreiro y dibujos de Juan Zanotto); una ciudad víctima de "una extraña invasión cósmica" en "Los misterios de Ulises Boedo" (guión de Carlos Trillo y dibujos de Mandrafina) y desde ya, la urbe ocupada por "los ellos" y "los Gurbos" en "El Eternauta" (guión de Héctor Oesterheld y dibujos de Francisco Solano López).
Éste último, en la entrevista de Cáceres, revela algunos detalles del génesis de "El Eternauta": "fue la primera vez que alguien me preguntó qué tipo de historia me gustaría hacer (…) le contesté que quería hacer una historieta de ciencia ficción diferente en el sentido que sus personajes debían ser reales, convincentes y cotidianos".
En relación siempre a esa popular historieta, señala Cáceres: "El tema lo desarrolló el mismo Oesterheld -desparecido durante la du¡dictadura militar en 1977- en forma similar en `Rolo, el marciano adoptivo` y `La Guerra de los Antartes`. El extraordinario guionista gestaba una ciencia ficción argentina, y a partir de allí los focos del ataque cósmico se situaron en nuestro país".
Entre sus historietas de ciencia ficción preferidas menciona a: "Ciudad" (guión de Barreiro y dibujo de Juan Giménez), "Yo, ciborg" (Alfredo J. Grassi y Lucho Olivera), "Bárbara" (Ricardo Barreiro y Juan Zanotto), "Misterix" (Alberto Ongaro y Paul Campani), "Cybersix" (Carlos Trillo y Carlos Meglia) y "Sherlock Time" (Oesterheld y Alberto Breccia).
Tanto en sus notas como en sus diálogos con guionistas y dibujantes, Cáceres brinda datos sustanciales: Arturo del Castillo dibujando "Sharon", la primera historieta de vaqueros producida en Argentina; Eugenio Zoppi graficando el primer guión de Oesterheld: "Alan y Crazy", y el guionista Ricardo Barreiro con el record de más de seiscientos guiones producidos entre series y unitarios.
El mismo Barreiro puntualiza que la historieta, en relación al cine y la novela, tiene la ventaja: "de poder dar marcha atrás y de elegir tu propio tiempo de lectura. En el cine el tiempo lo impone el director"; y sobre la novela acota: "El libro carece de la riqueza visual de la historieta".
En esa dirección, Cáceres subraya conceptos vertidos por otro de sus entrevistados, Lucho Olivera, dibujante de "Nippur de Lagash", quien: "Esclareció ese punto en forma magistral cuando dijo que la historieta es cine congelado y portátil, porque la revista o diario que la publica puede llevarse en el bolsillo".
"Pienso que una producción medianamente importante no puede prescindir del storyboard, que traduce la película en secuencias de historietas que le permite al director proporcionar indicaciones a los actores y técnicos. La notación del guión de historietas es muy similar a la del cine".
Si bien Cáceres admite que es clave para el género la circulación de revistas y libros, al tiempo que respeta opiniones de sus entrevistados que ven el futuro del género en el marco del video o el dibujo animado, sostiene que "la estrategia principal pasa por Internet, que es una formidable herramienta para propagar la historieta en forma masiva".
Otro dato del libro, poco difundido, es que Osvaldo Lamborghini (1940-1985), el polémico escritor de "El Fiord", fue el guionista de "Marc!", historieta con dibujos de Gustavo Trigo: "`Marc!` fue una historieta maldita. Acompañó la poca suerte y corta duración de la revista `Top`, donde se publicaba. Fue un producto experimental y vanguardista, cuyo toque exquisito no excluía parodia e ironía. El protagonista es el número uno de la policía internacional, que vive aventuras inverosímiles".
Sobre la "aventura" -instancia central de la historieta- apela a conceptos del veneciano Hugo Pratt volcados en el curso de su entrevista: "Forma parte del patrimonio humano. Es hija de la imaginación y deriva de `advenire`, lo que ha de venir, la búsqueda de algo diferente (…) La veo como un fluir dorado, y a mi trabajo como la posibilidad de espaciar, de hacer ida y vuelta, de viajar y acceder a un universo mágico`".
Es categórico Cáceres a la hora de opinar sobre la historieta policial producida en nuestro medio, exclama: "hay detectives de antología"; y menciona en primer lugar a: "`Vito Nervio`, con guión de Leonardo Wadel y dibujos de Alberto Breccia. La lucha del héroe con la terrible banda del Triángulo Verde, cuyo jefe era una bella mujer, Madame Zabatt. Dos enemigos mortales que se enamoran son un gancho irresistible para el lector".
Las virtudes de Oesterheld, reiteradamente mencionado en "Evocando viñetas", las resume su autor del modo que sigue: "Creó una lista interminable de narraciones vigorosas -`Bull Rockett`, `El Sargento Kirk`, `Mort Zinder`- desbordantes en ritmo y acción, con héroes de intensa carnadura humana".
Y concluye: "Hay una preocupación por el destino del hombre que se plasma en las críticas certeras de Ernie Pike contra la guerra, la denuncia de Kirk por la matanza de indios y el despojo de sus tierras, y en su crítica al afán imperialista de las grandes potencias, tal cual lo plantea en `El Eternauta`".
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