En estos días el Centro de Jubilados y Pensionados de Quequén inicia una nueva etapa. La entidad fue creada en octubre de 1990 y años más tarde llegó a tener 600 asociados. Pero los vaivenes económicos y diversos factores hicieron que para 2002 sólo quedaran 200 socios.
Cuando la actual comisión directiva se hizo cargo del Centro, hace dos años, la entidad contaba con apenas 30 socios y las condiciones de la sede de la calle 519 entre 556 y 558 eran críticas.
Sin recursos económicos y ningún tipo de subsidio, el Centro debió hacer frente al difícil momento institucional y edilicio.
En sólo dos años se logró refaccionar el edificio y se pudo hacer nuevos socios. En la actualidad la entidad cuenta con más de 300 afiliados y sueña con recuperar el empuje que la caracterizó a mediados de los años 90.

El paso de los años
El Club Taponazo de Quequén fue fundado en diciembre de 1946 y fue una entidad de referencia durante décadas. El último presidente del club, Arturo González, se convirtió en el titular del Centro de Jubilados y Pensionados de Quequén y logró el traspaso del edificio a la nueva entidad.
Las dependencias de la antigua construcción, que en los últimos años del club funcionaba como una cantidad, se encontraban muy deterioradas.
En pocos años el Centro logró convertir a su sede de la calle Machado (hoy 519) en una pujante entidad y centro de gran actividad social para los jubilados.
Uno de los principales logros fue la construcción de dos canchas de bochas con iluminación artificial y un salón de fiestas, cocina, baños y otras dependencias.
En 2001, pese a la crisis económica, la entidad logró, tras siete años de gestión, la escritura del inmueble.
Se comenzaron a ofrecer entonces a los asociados clases de gimnasia, servicio de pedicuría y bailes y fiestas durante los fines de semana.
Ya para principios de 2000 comenzó a funcionar en el lugar la filial de PAMI y también una delegación de Anses.

Nueva etapa
Tal como se informara días atrás, PAMI en el Centro debido a que las autoridades de ese organismo no cumplieron con algunos reclamos efectuados por los jubilados, que jamás cobraron alquiler por el uso del edificio y tampoco recibieron ningún subsidio para el mantenimiento del lugar.
De esta manera, los jubilados recuperaron el uso exclusivo del edificio de la calle 519 y parece comenzar una nueva etapa para la entidad que en la actualidad preside José Severiens.
“Volvimos a recuperar el espacio y tenemos algunas ideas”, manifestó Severiens, quien explicó que cuando se hizo cargo de la institución el estado del edificio era “lamentable”.
“Lo fuimos levantado con las pocas reservas económicas que pudimos obtener realizando algunos eventos y con el alquiler del salón de fiestas”, señaló el presidente.
“Así pudimos pagar el arreglo del techo, que nos salió unos 20.000 pesos”, precisó Carlos Alberto Cirigliano, actual tesorero de la entidad.

Servicios y proyectos
En la actualidad en el Centro de Jubilados de Quequén se dictan clases de gimnasia, yoga, taekwondo, folclore y reggaeton, lo que también les permite obtener algún ingreso y además ofrecer servicios a sus asociados.
En estos dos años de gestión la actual gestión ha logrado incrementar el número de socios de 30 a más de 300, lo que les ha permitido dar un nuevo impulso a la entidad. Por ejemplo, volvieron a realizar excursiones turísticas.
La comisión que preside Severiens también logró ampliar el salón de fiestas y refaccionarlo completamente.
“Pudimos techar el fogón, que antes era a cielo abierto y cuando llovía no se podía realizar ninguna actividad”, explicó.
El viejo edificio del antiguo Club Taponazo se encuentra actualmente en óptimas condiciones y los directivos de la entidad pretenden también ofrecer nuevos servicios a los socios.
A partir recuperar el uso exclusivo del espacio, uno de los proyectos más inmediatos y abrir en el lugar un consultorio médico, algo que ofrecería un servicio invaluable a los jubilados quequenenses.
Es que en la actualidad los jubilados quequenenses deben recurrir a tres centros de salud de la localidad para poder recurrir a sus médicos de cabecera.
Parece que sueños y proyectos no faltan en la sede de la entidad, que quiere acercar a los más de 2.000 jubilados que residen en Quequén.


Recuperar el juego

Desde hace décadas, las bochas era el deporte más practicado por los jubilados en Quequén. Había varias canchas en inmediaciones de la Plaza Hipólito Irigoyen.
Sin embargo, en la actualidad sólo existe una, construida por un vecino sobre la calle 523.
El Centro de Jubilados y Pensionados de Quequén contó a mediados de los 90 con tres canchas de bochas que incluso tenían un sistema de iluminación para jugar de noche.
Sin embargo, con el paso del tiempo las canchas dejaron de usarse y se decidió desarmarlas y donar algunos de sus elementos a un centro de jubilados que funcionaba en la Universidad de Quequén.
Así el Centro perdió su cancha de bochas y el terreno de 500 metros cuadrados en donde funcionaban quedó convertido en un baldío.
“Con la colaboración de Servicios Públicos de la Municipalidad y la Delegación logramos retirar 21 camiones de tierra”, explicó José Severiens, presidente del Centro de Jubilados.
Ahora el Centro comenzó a trabajar lentamente para limpiar el terreno y volver a construir dos canchas de bochas y tejo.
De esta manera se pretende recuperar para los jubilados quequenenses un espacio para que practiquen los deportes que más les gustan.

3 تعليقات

  1. Devuelvan al Taponazo!!!

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  2. TAPONAZO ya tiene nueva comision directiva Bachi severien devolve el Club!!

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  3. Cuando el club va a volver a ser de Taponazo??

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