El 18 de febrero de 1946, unos pocos días antes del histórico triunfo en las elecciones presidenciales de ese año, el coronel Juan Domingo Perón visitó nuestra ciudad y realizó un discurso de madrugada. Horas antes hubo desfiles de grupos partidarios por las calles céntricas y algunos incidentes anecdóticos.
El futuro presidente sólo estuvo 45 minutos en nuestra ciudad, pero su paso quedó en la historia local. La espera de los necochenses para ver al carismático líder había comenzado dos días antes.
Según un artículo publicado en Ecos Diarios el martes 19 de febrero de 1946, el coronel era esperado desde el sábado 16, pero ese día la visita fue postergada para el día siguiente.
El domingo se anunció la llegada del coronel para las 21.35, pero luego se dijo que llegaría a las 22.30.
Las demoras se debían a la ajustada agenda del candidato, que en la gira previa a la elección, no quería perder la oportunidad de hablar a sus partidarios en cada ciudad por la que pasaba.
Perón y Hortensio Quijano encabezaban la fórmula presidencia apoyada por el Partido Laborista y la UCR Junta Renovadora. En tanto, el radicalismo y los partidos Socialista, Demócrata Progresista y Comunista apoyaban a José Tamborini y Enrique Mosca.
Aquella elección, que definiría la historia del país para la siguiente mitad del siglo.
Larga espera
Si bien iban a pasar dos años más para que se realizara una elección municipal en nuestra ciudad, Necochea no era ajena a los vaivenes políticos del país. Buena parte del pueblo esperaba a Perón.
Como Secretario de Trabajo y Bienestar Social, durante el gobierno de facto del general Pedro Pablo Ramírez y luego como vicepresidente y ministro de Guerra, Perón se hizo popular entre la clase trabajadora.
En 1945 fue destituido por un golpe de estado y encarcelado en la Isla Martín García, pero la movilización obrera del 17 de octubre lo convirtió definitivamente en el líder que el país parecía necesitar en ese momento.
Fue así que febrero de 1946, se perfila como el ganador de las elecciones presidenciales, a pesar de la oposición de amplios sectores de la población.
El domingo 17 la gente esperaba en la plazoleta de la avenida Alsina (hoy 59), frente al Cine Teatro París. Allí la Municipalidad de Necochea colocó un palco, y las banderas y escudos que se utilizaban para las fiestas patrias.
La comuna también decidió colocar las luces que habitualmente se utilizaban para los festejos del carnaval.
Según un artículo publicado por Ecos Diarios “la noche del domingo presentó en la avenida, por distintos conceptos, los signos de una animación de especiales características. Para hacer más soportable la espera, se efectuó una manifestación que recorrió el bulevar y otras calles vivando al coronel”.
Los manifestantes iban acompañados por una banda de música, estandartes y distintivos del Partido Laborista y de la Alianza Libertadora Nacionalista.
De acuerdo a la crónica, “participaron 27 jinetes, uno de los cuales llevaba en un palo, a la manera de símbolo, una camisa o camiseta de color impreciso por su uso seguramente intenso y reciente”.
“Mezclados entre los adultos, figuraba una regular cantidad de menores”, agrega la crónica. “A eso de las 22, dos jinetes pasaron por la avenida a toda carrera en dirección a la usina de agua corriente y volvieron, por contramano, a la misma velocidad. La Policía no les interceptó el paso. Los espectadores creyeron que se trataba de integrantes del grupo de jinetes peronistas, pero después se supo que eran dos hombres de la tripulación de un barco surto en el puerto local, que viendo que en el centro andaban otros particulares a caballo, consideraron adecuado el momento para practicar el deporte hípico, improvisando una carrera que resultó reñida”.
Un inspector municipal llamó la atención a la policía acerca de los jinetes, que entonces “fueron seriamente apercibidos”.
No obstante, no faltaron los incidentes. En avenida Alsina, cerca de la esquina de 25 de Mayo, un empleado de la sucursal local del Banco Provincia, manifestaba en voz alta sus ideas. Según la crónica, preguntaba a viva voz “dónde estaban los democráticos, que se habían hecho los de la moneda de la libertad” y criticaba en duros términos a los que consideraba “al servicio de Braden”.
“Un joven radical –ex conscripto recientemente venido de Junín de los Andes- que lucía en la solapa el símbolo de la libertad y se hallaba a escasa distancia del empleado bancario, reaccionó enérgicamente ante tales alusiones”, explicaba la nota.
La gente separó a los contrincantes y el joven radical fue llevado detenido por la Policía.
Los 45 minutos
Llegó la medianoche y el candidato aún era esperado. Pero nadie se movió de su lugar. Finalmente, a las 2.15 comenzó el acto. “Pronunciaron discursos Julio Arce, Volpe, el ex ministro del interior Dr. Jazmín Hortensio Quijano y, por último, el coronel Perón”, señalaba el artículo.
En esa madrugada hablaba en el centro de Necocheaa el coronel Perón, que unos días después ganaría las elecciones con el 56% de los votos, imponiéndose en todas las provincias, excepto Corrientes.
La nota indica que “a las 3 en punto finalizó la reunión y regresó el candidato militar con su comitiva. Los más animosos trataron de organizar una manifestación, pero la policía no lo permitió”.
“Hubo un apreciable despliegue de fuerzas policiales y el coronel Perón emprendió el regreso custodiado por numerosa tropa”, señala el diario. Los 45 minutos de la visita de Perón en Necochea pasaron a la historia local casi como una anécdota, pero la pasión manifestada por la muchedumbre que lo esperó durante horas, dejaron una huella indeleble en la política local en los años siguientes.
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