El 24 de octubre de 1932 abrió sus puertas en nuestra ciudad uno de los comercios más tradicionales del Siglo XX: el ABC. Durante más de 50 años fue uno de los almacenes de ramos generales más populares de Necochea, hasta su cierre definitivo a principios de la década de 1990.
Fue un almacén en el que, al estilo de esos tradicionales negocios de campaña, auténticos predecesores de los supermercados o hipermercados de hoy, se podía comprar de todo.
El comercio, que abrió bajo el lema “Barato dijimos”, se instaló en el edificio ubicado en la esquina de calles 61 y 64, donde hoy funciona el bingo.
Márquez, Choperena y Alonso
La sociedad propietaria del ABC estaba integrada por Márquez, Choperena y Alonso y el establecimiento comercial no tardó en constituirse en uno de los más prestigiosos de nuestra ciudad y la región.
A medida que la ciudad crecía, la sociedad Marquez, Choperena y Alonso también creció y así fue creando nuevas empresas.
Fue así que instalaron una fábrica de artículos rurales y aserradero. Entre los elementos que se producían allí había mangas completas para hacienda, tranqueras de varios modelos y otros elementos para el campo.
Luego los socios decidieron instalar un amplio y moderno edificio destinado exclusivamente a ferretería y venta de artículos para la construcción.
Incluso la sociedad construyó un barrio de viviendas denominado “Marchopal”, con lo que incursionó en el rubro inmobiliario.
Además, se dedicó a la importación directa de maderas de Brasil a través de Puerto Quequén. Así, la firma realizó el primer cargamento de madera consignado directamente desde el vecino país a la estación marítima local.
También se importaron de esta forma maderas del Paraguay y Chile, además de conservas españolas despachadas directamente desde Vigo, así como diversas mercaderías de Dinamarca.
Esquina tradicional
Antes de que instalara el ABC, en la esquina de 61 y 64, funcionó allí un almacén de ramos generales perteneciente a Emilio Castaños.
Aquel establecimiento había sido fundado en 1894, apenas 13 años después de la fundación de la ciudad. Antes de pertenecer a Castaños, fue de la compañía Zabala y Gamboa. Luego pasó por varios cambios de firma: primero a Juan C. Zabala; después Zabala, Castaños y Cía. y luego Castaños, Cotín y Cía.
Finalmente, se hizo cargo Castaños, quien dirigía todas las operaciones que realizaba en la casa. Este experimentado comerciante había comenzado allí como empleado y merced a sus propios méritos, inteligencia y dedicación al trabajo, llegó a convertirse en dueño de la firma.
El comercio era almacén de ramos generales, ferretería, bazar, corralón de maderas y anexos. Castaños y Cía. llegó ser agente de la marca General Motors Argentina y se dedicó a la venta de automóviles y camiones, además de representante de los combustibles Shell y las máquinas agrícolas J.I. Case Company.
Don Pedro
Uno de los fundadores de los Grandes Almacenes El ABC fue Pedro Choperena, un joven que había nacido en General Lavalle y que inició su carrera comercial como empleado, en una casa de ramos generales establecida en General Madariaga.
Poco después, en 1927, y cuando contaba algo más de veinte años de edad, Choperena se radicó en San Cayetano, donde instaló su primer almacén de ramos generales.
Sólo cinco años después vino a vivir Necochea y junto a Alonso y Márquez fundó El ABC.
Pero la inquieta personalidad de Choperena no se limitó sólo a incursionar en el comercio. Integró el directorio de la Compañía de Seguros “Díaz Vélez”, que también contó entre sus directores a los ya mencionados Castaños y Zabala.
Junto a otro conocido grupo de vecinos formó la sociedad que asumió la tarea de construir en la villa balnearia el edificio Frentemar, primero de los que se concretaron por el sistema de propiedad horizontal.
Choperena también fue dirigente de la Cámara Comercial e Industrial.
No se debe olvidar que también fue uno de los fundadores del Centro Vasco “Euzko Etxea” e integró la primera mesa directiva de esa institución.
Además, perteneció al Rotary Club de Necochea, en los comienzos de esta entidad de servicio y fue directivo del Centro Cultural de Necochea.
Choperena falleció el 25 de noviembre de 1987 y el almacén de ramos generales que contribuyó a crear 50 años antes, lo sobrevivió.
Antes del cierre del almacén, cerró la ferretería que funcionaba en la calle 62, donde hoy se encuentra Lucaioli, había sido fundada en el año 1962, como parte de la expansión de los almacenes.
Durante décadas el ABC supo adaptarse a las necesidades propias de cada época y a las del medio en el que actuaba.
En sus últimos años se convirtió en un moderno supermercado, un antecesor de lo que serían los hipermercados que llegarían más tarde. Pero finalmente, a principios de los 90, cerró sus puertas definitivamente.
No obstante, aún hoy es recordado por los vecinos como uno de los comercios más importantes del Siglo XX. (Artículo publicado en Ecos Diarios)
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