Debió morir una joven para que en nuestra ciudad nos diéramos cuenta de que vivimos en peligro, en una ciudad supuestamente turística, pero rodeada por los agroquímicos utilizados por la industria agraria, con todos los riesgos que eso conlleva.
Mientras Quequén aún no sale de la estupefacción causada por la muerte de Melisa Nuñez, ayer lunes en La Dulce personal de la comuna clausuró un galpón donde se acopiaban agroquímicos.
Pero tal vez no nos damos completamente cuenta de los peligros que nos acechan y de los intereses económicos que se movilizan para que continuemos en la ignorancia.
La revista MU publicó este mes un número especial titulado "El silencio enferma" y que analiza cómo afectan los agrotóxicos nuestra salud y las presiones para ocultar las evidencias de que son peligrosos y están fuera de control.
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