El año comenzó también con una intensa actividad artística y quedó en la historia local como uno de los veranos con mayor presencia de músico, actores y humoristas de los que se tenga memoria.
Entre los espectáculos que inauguraron la temporada, se encontraba “Buenas Noches Necochea”, que podía en cartel a Hugo del Carril, Amelita Vargas y Agustín Magaldi hijo.
Los necochenses se podían cruzar también en la calle a José María Vilches, Enrique Liporace, Betiana Blum, Diana Maggi, Chela Ruiz, Malvina Pastorino, Juan José Camero y Eduardo Rudy.
El caso de Hugo del Carril era muy particular. El cantante regresaba de Colombia, donde había participado con gran éxito de un homenaje a Carlos Gardel. Sin embargo, según el mismo explicaba en una entrevista con Ecos Diarios, en la Argentina se le prohibía trabajar.
Su enorme talento como cantante, actor y director de cine no lo salvó de ser prohibido y perseguido por su ideología política. Por eso, en aquella entrevista publicada en Hola Verano el 9 de enero de 1981, Del Carril afirmaba que quería radicarse en Colombia porque estaba cansado de las persecuciones.
Horas antes el artista había tenido que suspender una de sus presentaciones. “Solamente sentí una descompostura de estómago que se fue acentuando y finalmente no me permitió actuar”, dijo para tranquilizar a su público.
Del Carril se presentaba en un local de la avenida 79 y la calle 6, nada menos que junto a Amelita Vargas, la Reina del Mambo.
“Yo soy nativo de uno de los barrios más lindos de Buenos Aires el barrio de Flores y ahí fue donde comencé las primeras correrías tangueras, en serenadas, en reuniones de amigos, en algún bodegón para entretener a la gente”, comentaba en una larga entrevista.
Nacido en 1912 como Piero Bruno Hugo Fontana, pero pronto se hizo conocido como Hugo del Carril. En 1937 fue contratado para interpretar el tango Tiempos viejos en la película “Los muchachos de antes no usaban gomina”.
En aquellos años también participó en las películas Madreselva, La vida es un tango, Gente bien, El astro del tango y La vida de Carlos Gardel.
En 1945, junto a Libertad Lamarque actuó en La cabalgata del circo, en la que aparecía Eva Duarte.
A fines de la década del cuarenta, tras vivir unos años en México, regresó al país y filmó Pobre mi madre querida e Historia del 900.
Si bien Del Carril era radical, apoyó fervientemente al peronismo. Dijo alguna vez: “Los sueños de mi padre y de mi abuelo, los cristalizó Perón. Entonces: ¿cómo puedo dejar de ser peronista?”.
Fue por eso que grabó Los muchachos peronistas, que pronto se convirtió en la marcha del movimiento y marcó definitivamente su futuro artístico: “La grabé por convicción y por pedido expreso del general Perón, aún sabiendo que sería más recordado por la marcha que por los tangos que he grabado”, afirmó después.
El perseguido
“La vida del profesional es bastante amarga”, señaló Hugo del Carril aquel verano de 1981 en Necochea. Culpaba de sus amarguras a esas “voluntades absurdas” que le impedían trabajar en el país. “Ya estoy demasiado hastiado de todo. Es demasiada persecución, son 25 años de persecución”, afirmaba.
“Cuando no es un gobierno, es el otro y como todos los gobiernos se han aburrido de mi, a mi vez yo me aburro de los gobierno”, dijo Del Carril, que pese a todo afirmaba: “De todas maneras soy peronista”.
Pero los problemas políticos de Del Carril no habían empezado con los gobiernos militares, sino dentro del mismo gobierno peronista, cuando el subsecretario de Difusión y Prensa Raúl Alejandro Apold prohibió su película El río oscuro, basada en la novela del militante comunista Alfredo Varela.
Del Carril se había ganado la enemistad de Apold tras negarse a cantar en un acto. Luego Apold lo acusó de cantar en Uruguay el día de la muerte de Eva Perón y como consecuencia de ello Artistas Argentinos Asociados le rescindió el contrato.
La Revolución Libertadora que derrocó a Perón y llevó a Del Carril a la Penitenciaría Nacional. Sus películas se prohibieron. Un año más tarde fue detenido una vez más.
En 1975 filmó su última película, Yo maté a Facundo y luego, con la llegada de la dictadura militar, volvió a ser prohibido.
“Yo ya no les voy a dar mucho trabajo a los gobiernos, pero los gobiernos tampoco me va a dar muchos dolores de cabeza a mí. Mi propósito es irme del país y no se si para siempre. Y como ‘al enemigo que huye, puente de plata’, espero no tener obstáculos para cumplir ese objetivo”, explicaba Del Carril en aquel enero de 1981.
El cantante y actor quería radicarse en Colombia. “Lo vivido hace poco tiempo allí en un homenaje a Carlos Gardel, me revitalizó bastante, porque me hizo sentir otra vez en mi medio, sin oposiciones de ninguna naturaleza, tuve un buen recibimiento y me encontré con un ambiente mucho más favorable para el tango que aquí. Lo que no es raro porque desde hace muchos años la gente allí es muy afecta al tango”, señalaba.
Pero tal vez aquel verano de 1981 fue uno de sus últimos años de gran actividad. En 1985 recibió el Premio Konex y en 1986 fue nombrado Ciudadano Ilustre de la Ciudad de Buenos Aires.
En 1988 sufrió un infarto de miocardio y luego de recuperarse le realizaron un homenaje el Luna Park. Falleció el 13 de agosto de 1989.
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