El 31 de mayo de 1875 murió en París un escritor muy particular, poco conocido fuera de ciertos círculos: Eliphas Levi.
Su primera vocación fue el sacerdocio y si bien estudió y vivió en un convento, nunca llegó a ordenarse.
También fue un artista reconocido y convocado para hacer murales en varias iglesias, además de ilustrador de revistas y periódicos. Luego fue autor de libros sobre política, lo que lo llevaría a la cárcel.
Durante el camino Alphonse Louis Constant (ese era su verdadero nombre), se fue desviando desde su aspiración de dedicar su vida a Dios hacia el de obtener el conocimiento de todas las cosas (más o menos lo que le pasó a Adán).
Así este aspirante a cura se introdujo en el ocultismo y escribió algunos libros que se han convertido durante más de un siglo en referencia en ese campo.
Dogma y Ritual de la Alta Magia (1856)
Esta obra magna es considerada como la biblia del ocultismo occidental. En ella, Levi expone su sistema mágico completo, incluyendo la teoría, la práctica y el simbolismo.
Historia de la Magia (1861)
Un recorrido exhaustivo por la historia de las artes mágicas desde la antigüedad hasta el siglo XIX. Levi analiza las diferentes tradiciones mágicas y sus conexiones con la religión, la filosofía y la ciencia.
El Libro de los Esplendores (Zohar) (1865)
Una traducción al francés del Zohar, un texto fundamental de la Cábala judía. Levi añade sus propios comentarios y explicaciones, haciendo de esta obra una valiosa introducción a la mística judía.
El Hechicero de Meudon (1865)
Una novela autobiográfica en la que Levi narra su vida y sus experiencias en el mundo de la magia.
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